Lorenz Hellman Gloucester

Apoyo C

Lorenz: Los modales en la mesa son muy importantes, incluso cuando la calidad de la comida es tan humilde como esta. ¿Verdad, Ferdinand?

Ferdinand: Por supuesto. Siempre hay que mostrar nuestros respetos al cocinero, aunque la comida no sea de nuestro agrado.

Apoyo B

Ferdinand: Estoy seguro de que el cocinero es bueno, pero no se pueden hacer milagros con estos ingredientes. Creo que no se puede pedir más.

Lorenz: Tendremos que refrescarnos con un buen té. Me he traído el mejor.

Apoyo A

Lorenz: Me reconforta compartir la mesa contigo en estos tiempos tan difíciles.

Ferdinand: No puedo estar más de acuerdo, Lorenz. Estos momentos me dan fuerzas para seguir.

Apoyo C

Lorenz: Maestro/a, si querías invitar a alguien más a cenar, preferiría que hubiera sido una dama.

Claude: Pues a mí no me importa que se una un aristócrata estirado mientras pueda disfrutar de la presencia de nuestro/a amado/a profe.

Apoyo B

Claude: Siempre que estás presente, Lorenz, siento que debo comportarme mejor. Qué pesadez...

Lorenz: Sabias palabras. Pero deberías saber comportarte aunque no te esté observando. No en vano, perteneces a la nobleza.

Apoyo A

Lorenz: Si nuestros intereses cambiasen en el futuro, no tendríamos la oportunidad de volver a comer juntos.

Claude: Y este momento se convertiría en un recuerdo irremplazable, ¿no? Vamos a comer...

Apoyo C

Lorenz: No podría encontrar una compañía más adecuada para cenar.

Hilda: ¿Es que acaso existe la compañía inadecuada?

Apoyo B

Hilda: No hay nada como una buena cena después de un trabajo agotador. Lorenz, no has probado bocado.

Lorenz: No hace falta apurarse. Prefiero comer con calma.

Apoyo A

Hilda: Siempre me alegra que el/la profe nos invite a cenar. ¡Y también me alegra que estés tú, Lorenz!

Lorenz: El placer es todo mío, Hilda.

Apoyo C

Lorenz: ¿Podrías hacer el favor de usar los cubiertos?

Leonie: Preocúpate de tu plato. ¿No sabes que dejar comida es de muy mala educación?

Apoyo B

Leonie: ¡Estás dejando el plato limpio! Bien hecho.

Lorenz: ¿Acaso eres mi madre, Leonie? Déjalo ya.

Apoyo C

Raphael: ¡Oooh, qué delicia! Por cierto, no te sientas obligado a comerlo todo. Cuando no puedas más, el resto lo termino yo.

Lorenz: ¿No puedes masticar con la boca cerrada? Tus modales en la mesa son un tanto... precarios.

Apoyo B

Lorenz: Compartir la cena es una buena forma de hacer vida social. En este caso, para conocer mejor al/a la maestro/a.

Raphael: ¡Qué gran verdad! ¡Así puedes aprovechar para preguntarle cuál es su carne favorita!