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Ferdinand (Solo)

Flor carmesí

Tras convertirse oficialmente en el nuevo duque de Aegir, Ferdinand emprendió la reforma de su territorio y superó numerosas dificultades para lograr la recuperación. Como reconocimiento por su labor tanto durante la guerra como tras ella, la emperatriz lo nombró primer ministro. En lo sucesivo permaneció al lado de Edelgard y la ayudó a traer una era de gran prosperidad al Imperio.

Ferdinand (Solo)

Not Flor carmesí

Tras reclamar el título de duque de Aegir, Ferdinand emprendió la reforma de su territorio y superó numerosas dificultades hasta lograr una paulatina recuperación. Sus esfuerzos por promover el desarrollo de todo el continente le valieron un lugar destacado en la historia de Fódlan.

Byleth. Femenino. & Ferdinand

Nieve plateada
Viento glauco

Tras ascender al trono como primera monarca del Reino de Fódlan, Byleth anunció su enlace con Ferdinand, quien a la sazón había heredado el título de duque de Aegir. El rey consorte debió superar numerosas dificultades para reconstruir las tierras de su familia y de los Hrym, pero decidió declinar cualquier cargo oficial en la corte y se limitó a ser un consejero informal. Los anales de la época destacan sus logros como señor de sus territorios, pero apenas recogen información sobre su matrimonio con la primera reina, por lo que una parte significativa de su obra está rodeada de misterio.

Byleth. Femenino. & Ferdinand

Luna añil

Tras convertirse en la nueva Arzobispa de la Iglesia de Seiros, Byleth anunció su enlace con Ferdinand, quien a la sazón había heredado el título de duque de Aegir. El esposo de la Arzobispa debió superar numerosas dificultades para reconstruir las tierras de su familia y de los Hrym, pero se negó a ocupar ningún cargo oficial al servicio del clero y se limitó a ser un consejero informal. Los anales de la época destacan sus logros como señor de sus territorios, pero apenas recogen información sobre su matrimonio con la Arzobispa, por lo que una parte significativa de su obra está rodeada de misterio.

Byleth. Femenino. & Ferdinand

Flor carmesí

Byleth y Ferdinand celebraron su enlace en una boda fastuosa. Casi inmediatamente después se inició la lucha contra las llamadas «Serpientes de las Tinieblas». Ferdinand acababa de heredar el título de duque de Aegir y debió superar numerosas dificultades para reconstruir las tierras de su familia y de los Hrym. De manera simultánea, tanto él como su esposa prosiguieron su lucha con miras a lograr una paz duradera en Fódlan. Los anales de la época destacan sus logros como señor de sus territorios, pero apenas recogen información sobre las batallas que libró junto a su consorte, por lo que una parte significativa de su obra está rodeada de misterio.

Edelgard & Ferdinand

Como soberana del nuevo Imperio de Adrestia, Edelgard nombró a Ferdinand primer ministro. Sus puntos de vista eran totalmente opuestos en muchos asuntos, pero siempre se mostraron capaces de alcanzar acuerdos que redundaron en medidas beneficiosas para el Imperio. Unidos por su ambición de construir un futuro mejor para Fódlan, poco a poco su respeto mutuo se convirtió en amor, y no tardaron en anunciar su enlace. Sus hijos, criados por los dos máximos artífices del nuevo orden social, aprendieron desde jóvenes a forjarse su propio destino.

Hubert & Ferdinand

Hubert y Ferdinand se convirtieron en consejeros de la emperatriz Edelgard y nunca dejaron de lado su rivalidad. Sus personalidades eran del todo antagónicas: el ministro del Consejo Imperial se mostraba taciturno e inflexible, mientras que el primer ministro era alegre y compasivo. A pesar de todo, su rivalidad sacaba lo mejor de cada uno. Gracias a ellos, el Imperio vivió una época de prosperidad, lo que les valió el sobrenombre de «las Dos Joyas». Sus logros fueron celebrados durante generaciones, y hasta se cuenta que suscitaron la envidia de la mismísima emperatriz Edelgard.

Ferdinand & Mercedes

Flor carmesí

Tras la guerra, Mercedes viajó a Fhirdiad para visitar a su padre adoptivo, aunque le ocultó que estaba prometida con Ferdinand. Tras casarse en secreto, ambos se embarcaron en la reforma de los territorios del ducado de Aegir. Su enorme éxito no pasó desapercibido para la emperatriz Edelgard, quien nombró a Ferdinand primer ministro. Desde ese momento, su vida no conoció descanso; aunque, como él solía decir, «ver a mi familia sonreír compensa cualquier sacrificio».

Ferdinand & Mercedes

Not Flor carmesí

Tras la guerra, Mercedes viajó a Fhirdiad para visitar a su padre adoptivo, aunque le ocultó que estaba prometida con Ferdinand. Tras casarse en secreto, ambos se embarcaron en la reforma de los territorios del ducado de Aegir. El enorme éxito de Ferdinand lo llevó ser un referente en el gobierno central de la nación. Desde ese momento, su vida no conoció descanso; aunque, como él solía decir, «ver a mi familia sonreír compensa cualquier sacrificio».

Ferdinand & Bernadetta

Flor carmesí

Tras la guerra, Bernadetta renunció a su título hereditario de condesa de Varley y se desposó con Ferdinand, quien se convirtió en el nuevo duque de Aegir. Ambos iniciaron una serie de reformas en el ducado y trabajaron para restaurar el orden en sus posesiones. Ferdinand delegó en su esposa la administración de sus tierras cuando accedió al puesto de primer ministro por la eficaz gestión de sus territorios. Debido a que Bernadetta se negaba a salir del ducado, Ferdinand se vio obligado a dividir su tiempo entre la capital y sus tierras, pero siempre volvía a casa con una sonrisa.

Ferdinand & Bernadetta

Not Flor carmesí

Tras la guerra, Bernadetta renunció a su título hereditario de condesa de Varley y se desposó con Ferdinand, quien se convirtió en el nuevo duque de Aegir. Ambos iniciaron una serie de reformas en el ducado y trabajaron para restaurar el orden en sus posesiones. Ferdinand delegó en su esposa la administración de sus tierras cuando fue llamado a ayudar en la gestión política de Fódlan. Debido a que Bernadetta se negaba a salir del ducado, Ferdinand se vio obligado a viajar continuamente, pero siempre volvía a casa con una sonrisa.

Ferdinand & Dorothea

Flor carmesí

Tras convertirse en el nuevo duque de Aegir, Ferdinand emprendió una serie de reformas políticas en sus tierras encaminadas a mejorar las condiciones de vida de la plebe y que propiciaron una pronta recuperación tras la guerra. Al parecer, detrás de estas iniciativas no se encontraba otra que la bella cantante Dorothea. El éxito de Ferdinand no pasó desapercibido para la emperatriz Edelgard, quien lo nombró primer ministro y le encomendó la gestión de todos sus territorios. Su vida no conoció descanso desde entonces, pero eso no le impidió ser feliz con su esposa y sus retoños en un hogar donde nunca faltó la música.

Ferdinand & Dorothea

Not Flor carmesí

Tras reclamar el título de duque de Aegir, Ferdinand emprendió una serie de reformas políticas en sus tierras encaminadas a mejorar las condiciones de vida de la plebe y que propiciaron una pronta recuperación tras la guerra. Al parecer, detrás de estas iniciativas no se encontraba otra que la bella cantante Dorothea. El éxito de Ferdinand le permitió acceder a un puesto desde el que extendió sus medidas políticas a todo Fódlan. Su vida no conoció descanso a partir de entonces, pero eso no le impidió ser feliz con su esposa y sus retoños en un hogar donde nunca faltó la música.

Ferdinand & Petra

Flor carmesí

Tras convertirse en el nuevo duque de Aegir, Ferdinand solicitó a la emperatriz Edelgard que lo nombrase ministro de Asuntos Exteriores en lugar de primer ministro, deseo que le fue concedido. Su primer encargo fue negociar con Petra, que había heredado el trono de Brigid y declarado a su nación libre del vasallaje imperial. Ferdinand y Petra colaboraron para estrechar los lazos de amistad entre sus naciones y formar una alianza duradera. Acabaron por enamorarse y —en parte con la intención de simbolizar la nueva época de concordia— se establecieron en Nuvelle, en el extremo occidental de Fódlan. Se dice que ambos negociaron durante años para alcanzar dicho acuerdo.

Ferdinand & Petra

Not Flor carmesí

Tras convertirse en el nuevo duque de Aegir, Ferdinand inició la reconstrucción de su territorio al tiempo que impulsó un plan para mejorar las relaciones con Brigid. Petra, que a la sazón había heredado el trono de su país, envió ayuda para paliar los estragos de la guerra. De manera simultánea, los dos estrecharon su relación privada, lo que desembocó en boda apenas se restableció el orden en las tierras de Aegir. Ferdinand se mudó a Brigid como consorte de la nueva reina. Ambos viajaron incansablemente entre sus territorios para mejorar las relaciones bilaterales, lo que no obstante nunca les impidió disfrutar de un feliz matrimonio.

Ferdinand & Marianne

Flor carmesí

Tras convertirse en el nuevo duque de Aegir, Ferdinand anunció su compromiso con Marianne y emprendió una serie de reformas políticas en sus posesiones. Entretanto, Marianne volvió con su padre adoptivo para aprender a gobernar. El duque de Aegir sintió gran felicidad al saber que su mujer deseaba participar de manera activa en la administración de su señorío. Juntos lograron que el ducado se convirtiera en uno de los territorios más prósperos de Fódlan. Ferdinand ordenó erigir una estatua de bronce en honor de su esposa, pero esta solicitó que no se instalase en ningún lugar público.

Ferdinand & Marianne

Not Flor carmesí

Una vez en posesión del título de duque de Aegir, Ferdinand anunció su enlace con Marianne. Con el apoyo de la Casa Edmund, ambos emprendieron una serie de reformas políticas en el ducado. La ayuda del duque, aunque esencial, era insuficiente para la recuperación, por lo que Marianne decidió tomar un papel más activo en la gestión de sus posesiones. Su gran desempeño se tradujo en una nueva época de prosperidad. Se dice que Ferdinand ordenó erigir una estatua de bronce en honor de su esposa, pero esta solicitó que no se instalase en ningún lugar público.

Ferdinand & Hilda

Not Flor carmesí

Tras convertirse en el nuevo duque de Aegir, Ferdinand anunció su enlace con Hilda, hija del duque de Goneril. El pueblo recibió a la pareja de buen grado, esperanzados con que trajeran prosperidad a sus tierras. Ambos iniciaron una serie de reformas políticas que, en efecto, impulsaron la recuperación de la región. Hilda, siempre discreta, se mantuvo en un segundo plano, pero demostró un gran olfato al recomendar a gente excepcional para puestos de responsabilidad. Su afición por los accesorios la llevó a abrir una excelente escuela de artesanía, donde se formó a grandes talentos. El propio Ferdinand estudió allí, y se dice que creó numerosas alhajas para su mujer.

Ferdinand & Flayn

Tras convertirse en el nuevo duque de Aegir, Ferdinand se casó con Flayn y tomó posesión de sus nuevos dominios. La pareja se dedicó de inmediato a restablecer el orden en el ducado. Flayn se ganó el corazón de las gentes con su amabilidad y delicadeza, mientras que Ferdinand siempre gozó de gran reconocimiento por la pasión con la que se entregaba a su trabajo. Se dice que el verdadero motivo que explica la rápida recuperación de la región durante aquella época fue la irreprochable actitud de ambos gobernantes, que sirvió de ejemplo e inspiración a todos los ciudadanos del ducado.

Ferdinand & Miguela

Flor carmesí

Tras convertirse en el nuevo duque de Aegir, Ferdinand y Miguela no tardaron en casarse. La pareja inició una serie de reformas políticas que impulsaron la recuperación del ducado, y Miguela se reveló como una excelente gobernante gracias a la red de contactos que había tejido durante su época como cantante de ópera y a su experiencia como maestra y sanadora. Todos estos méritos hicieron renacer las tierras de los Aegir y le valieron a Miguela el nombramiento como primera ministra, cargo que le permitió acometer reformas en todo el Imperio mientras Ferdinand se dedicaba a la administración de sus tierras y la crianza del hijo de la pareja.

Ferdinand & Miguela

Not Flor carmesí

Tras convertirse en el nuevo duque de Aegir, Ferdinand y Miguela no tardaron en casarse. La pareja inició una serie de reformas políticas que impulsaron la recuperación del ducado, y Miguela se reveló como una excelente gobernante gracias a la red de contactos que había tejido durante su época como cantante de ópera y a su experiencia como maestra y sanadora. Todos estos méritos hicieron que se la involucrase en la toma de decisiones de todo Fódlan. Tras dar a luz a su primer retoño, viajó por todo el continente, mientras Ferdinand se dedicaba a la administración de sus tierras y la crianza del hijo de la pareja.

Ferdinand (Solo)

Ferdinand did not die

Volvió a su hogar tras la batalla de Garreg Mach y no se volvió a saber de él. No pudo cumplir su promesa de acudir al rencuentro.

Ferdinand (Solo)

Ferdinand did not die

Cayó en: <Batallas>. <Mes> del año <Año>.

Constance & Ferdinand

Flor carmesí

Una vez que Ferdinand pasó a ser oficialmente el duque de Aegir, se enteró de que las tierras vecinas pertenecían a Constance, quien obtuvo permiso para restablecer la Casa Nuvelle en las antiguas posesiones de los Hrym. Este fue un movimiento premeditado de Edelgard que tuvo éxito, pues Ferdinand y Constance no tardaron en anunciar su enlace y sellar la unión de sus tierras. Según las crónicas, la pareja luchó con denuedo para implantar un nuevo orden social en el Imperio.

Constance & Ferdinand

Not Flor carmesí

Una vez que Ferdinand pasó a ser oficialmente el duque de Aegir, se enteró de que las tierras vecinas pertenecían a Constance, quien obtuvo permiso para restablecer la Casa Nuvelle en las antiguas posesiones de los Hrym. Ferdinand y Constance no tardaron en anunciar su enlace, que selló la unión de sus tierras, tras lo cual iniciaron una serie de reformas. Después de superar grandes dificultades, consiguieron que sus dominios volviesen a prosperar. La pareja tuvo varios retoños, uno de los cuales prosiguió con las investigaciones de su madre y logró que el apellido de Nuvelle adquiriera gran renombre como referente en las artes mágicas.