Hanneman von Essar
Profesor de la Academia de Oficiales, emblemólogo
Endings
Hanneman (Solo)
A pesar de los cambios que había experimentado Fódlan, la meta de Hanneman permaneció inalterable: descifrar el funcionamiento de los emblemas y acabar con las desigualdades sociales que causaban. La ingente labor del «Padre de la Emblemología» dio sus frutos y le permitió crear instrumentos mágicos que podían ser usados incluso por quienes no portaban un emblema.
Byleth. Femenino. & Hanneman
Tras ascender al trono como primera monarca del Reino de Fódlan, Byleth anunció su enlace con Hanneman, que apoyó a la reina en las tareas de restauración de Fódlan con su sabiduría y sus consejos. Sin embargo, su ocupación principal continuó siendo el estudio de los emblemas; en particular, descubrir el modo de acabar con las desigualdades que provocaban. Sus investigaciones dieron como fruto una serie de artilugios mágicos que podían utilizarse sin poseer un emblema. La reina no tardó en darles uso, y pronto se convirtieron en la base sobre la que se sustentaron los mayores avances de la incipiente nación.
Byleth. Femenino. & Hanneman
Tras proclamarse nueva Arzobispa de la Iglesia de Seiros, Byleth anunció su enlace con Hanneman, que apoyó a su esposa en las tareas de restauración de Fódlan con su sabiduría y sus consejos. Sin embargo, su ocupación principal continuó siendo el estudio de los emblemas; en particular, descubrir el modo de acabar con las desigualdades que provocaban. Sus investigaciones dieron como fruto una serie de artilugios mágicos que podían utilizarse sin poseer un emblema. La Arzobispa no tardó en darles uso, y pronto se convirtieron en la base sobre la que se sustentó el gran avance que experimentó el continente.
Byleth. Femenino. & Hanneman
Casi sin dar tiempo a que Byleth y Hanneman celebrasen su discreta boda, la guerra contra las Serpientes de las Tinieblas comenzó. La pareja luchó en numerosas batallas y devolvió al fin la paz a Fódlan. Cumplida su misión, los dos volcaron sus esfuerzos en aquello que aún obsesionaba a Hanneman: el estudio de los emblemas. En particular, querían acabar con las desigualdades que provocaban. Sus investigaciones dieron como fruto una serie de artilugios mágicos que podían utilizarse sin poseer un emblema y que acabarían convirtiéndose en la base de muchos futuros avances, lo que les reportó fama y respeto en todo el continente.
Edelgard & Hanneman
Como soberana del nuevo Imperio de Adrestia, Edelgard insufló bríos al gobierno de Fódlan, gracias en parte a las inestimables investigaciones sobre los emblemas de Hanneman, que seguía empeñado en solucionar las desigualdades que ocasionaban. El «Padre de la Emblemología» inventó una serie de herramientas mágicas que podían usar los no portadores, algo que encajaba de lleno con los planes de Edelgard, quien no tardó en encontrarles utilidad. Como era de esperar, dos personas con ideales y ambiciones tan afines acabaron transformando su relación, hasta entonces puramente laboral, en una de índole romántica.
Dorothea & Hanneman
A pesar de los cambios que había experimentado Fódlan, La meta de Hanneman permaneció inalterable: descifrar el funcionamiento de los emblemas y acabar con las desigualdades sociales que causaban. La ingente labor del «Padre de la Emblemología» dio sus frutos y le permitió crear instrumentos mágicos que podían ser usados por quienes carecían de emblema. Hanneman también se convirtió en padre, en el sentido más común del término, tras casarse con Dorothea, la cantante, con quien tuvo muchos hijos. Sin embargo, siempre mantuvieron su relación al margen de la opinión pública para no perjudicar sus carreras.
Annette & Hanneman
Annette y Hanneman aceptaron un puesto en la escuela de magia de Fhirdiad tras la guerra, donde formaron a muchos alumnos y continuaron con sus estudios emblemológicos. Compartían los mismos objetivos y se volvieron inseparables: era habitual verlos pasear, estudiar e impartir lecciones juntos. Escribieron multitud de tratados sobre sus descubrimientos, gracias a los cuales alcanzaron tal notoriedad que recibían solicitudes de grandes hechiceros para que los admitieran en su escuela.
Lysithea & Hanneman
Lysithea regresó al territorio de los Ordelia —donde la esperaban sus padres— acompañada de Hanneman, que estaba empeñado en encontrar el modo de prolongar la esperanza de vida de la joven. Ambos se enfrascaron en complicadísimas investigaciones hasta que lograron diseñar un dispositivo capaz de eliminar los emblemas. Lysithea decidió entonces renunciar a su título para ayudar a Hanneman con su labor. Cuando este falleció, fue ella quien tomó su testigo, por lo que pasaría a la historia como «la gran dama de la emblemología».
Marianne & Hanneman
Marianne y Hanneman mantuvieron el contacto tras la guerra por correspondencia y su amistad perduró. Los estudios emblemológicos de Hanneman atravesaban un mal momento, pero Marianne se comprometió a patrocinarlos con los fondos de la Casa Edmund, y las investigaciones acabaron por dar su fruto: armas y herramientas mágicas que podían usar los no portadores, y que empezaron a producirse en masa poco después. Cuando Marianne heredó el título de los Edmund, quiso que una parte de los fondos se destinasen a investigar usos pacíficos de la emblemología. Los resultados de esta iniciativa serían su mayor legado a la historia de Fódlan.
Hanneman & Manuela
Hanneman y Manuela celebraron una fastuosa boda a la que acudieron muchos de sus antiguos alumnos. Tiempo después, las tareas de rehabilitación del monasterio —supervisadas por el Imperio— permitieron reabrir la Academia de Oficiales, que desde ese momento aceptó a estudiantes de todo tipo y condición social, además de ofrecer un abanico de materias mucho más amplio. Hanneman y Manuela volvieron a sus antiguos puestos de profesores como si el tiempo no hubiera pasado, y sus acaloradas discusiones matrimoniales en los pasillos de la Academia dieron para muchos cotilleos entre el alumnado.
Hanneman & Manuela
Hanneman y Manuela celebraron una fastuosa boda a la que acudieron muchos de sus antiguos alumnos. Tiempo después, las tareas de rehabilitación del monasterio permitieron reabrir la Academia de Oficiales, que desde ese momento aceptó a estudiantes de todo tipo y condición social, además de ofrecer un abanico de materias mucho más amplio. Hanneman y Manuela volvieron a sus antiguos puestos de profesores como si el tiempo no hubiera pasado, y sus discusiones en los pasillos se volvieron habituales. Su romance dio paso a una serie de amoríos entre parte del profesorado de la Academia, pero esa es otra historia...
Hanneman (Solo)
Se incorporó a la escuela de magia de Fhirdiad tras la batalla de Garreg Mach, pero murió en una revuelta.
Hanneman (Solo)
Cayó en: <Batallas>. <Mes> del año <Año>.