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Byleth enters the scene
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Hilda
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Un momento... ¡¿Qué?! ¡¿Que tú eres el profe nuevo/la profe nueva?!
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Ignatz
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¿Es eso verdad? Me había hecho una idea bastante diferente... Uy, disculpa. Eso ha sonado peor de lo que quería decir en realidad.
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Hilda
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¡Pensaba que te ibas a unir a los Caballeros!
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Claude
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Déjame adivinar: has elegido esta clase para poder conocerme mejor, ¿a que sí? Es todo un halago.
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Claude
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Uy, ahora que eres el/la profe, quizá debería medir mis palabras.
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No importa.
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Claude
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¿No? Bueno, como somos casi de la misma edad, supongo que podemos dejar de lado los formalismos.
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Lorenz
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Debo reconocer que tu nombramiento resulta, cuando menos, sorprendente. Dar clase a alumnos prácticamente de tu edad es muy extraño.
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Lorenz
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He oído que eres un/una mercenario/a muy capaz, pero no estoy realmente cómodo con esta decisión.
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Raphael
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¿De verdad eres tan fuerte como dicen? A ver esos bíceps. ¡Seguro que tengo más músculos que tú!
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Ignatz
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Lo dudo. Por lo visto, a nuestro maestro lo/nuestra maestra la recomendó personalmente Alois, uno de los Caballeros.
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Claude
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He visto con mis propios ojos de lo que es capaz. Es más, el/la profe es hijo/a del antiguo capitán de los Caballeros de Seiros.
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Leonie
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¡Ya! Es imposible que al/a la hijo/a del capitán no se le dé bien luchar. De ninguna manera.
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Lysithea
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¿El capitán? ¿De quién estáis hablando?
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Leonie
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¡Pues del capitán Jeralt! ¡El más famoso líder de los Caballeros de Seiros, y un mercenario sin igual!
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Leonie
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¡Porque tú lo digas! El capitán Jeralt no se merece otra cosa que nuestro respeto.
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Lysithea
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Ya que ha servido como mercenario/a, y además con un padre como el suyo, espero grandes cosas de nuestro maestro/nuestra maestra.
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Hilda
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Que alguien sea extraordinario no significa que sus hijos también lo sean, Lysithea.
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Hilda
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No es buena idea dar por sentado que una persona tiene cualidades excepcionales solo por su linaje.
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Hilda
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¿No te parece, Marianne?
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Marianne
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Oh... Sí, supongo.
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Leonie
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En fin, ya lo averiguaremos en combate. ¡No veo la hora de conocer las estrategias que te habrá enseñado el capitán!
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Raphael
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¿En combate? ¿No deberíamos organizar antes una fiesta de bienvenida o algo así? ¡Yo me encargo de la carne!
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Lorenz
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Mira que eres bruto. Yo propondría una agradable tertulia mientras degustamos té; puedo procurarnos una mezcla de la calidad más exquisita.
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Raphael
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¿Té? No se puede conocer a nadie tomando té. Además, una fiesta sin carne, ¡no es una fiesta!
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Lorenz
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Esos gustos tuyos tan propios de la plebe me provocan náuseas. Silencio, por favor.
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Claude
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Perdón por el espectáculo, profe. Como puedes ver, la Casa del Ciervo Dorado es un poco revoltosa. No puede decirse que estemos muy bien avenidos.
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Claude
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Aquí encontrarás nobles y plebeyos. Los hay que se aplican en los estudios y quienes vienen a calentar la silla.
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Claude
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Pero dicen que en la variedad está el gusto, ¿no? Espero que tengas tantas ilusiones puestas en el curso que nos espera como yo.