Byleth & Miguela A / houses.fedatamine.com

Byleth, Miguela enter the scene

Entonces le dije a ese necio que yo también sabía jugar a ese juego...

Le dije: «¡Una comadreja apestosa e insignificante como tú no se merece mi atención!».

Me pongo furiosa. ¡Me enciendo!

¿Es que ningún hombre es capaz de ver el buen partido que soy?

Byleth. Masculino.
Byleth. Femenino.

Ahora que lo pienso... tú siempre te has portado de maravilla conmigo.

Tú siempre te has portado de maravilla conmigo. ¡Ojalá fueses un hombre!

Siempre escuchas todos mis problemas...

Confío en ti con los ojos cerrados, ¿sabes? ¡Y eso no lo digo de cualquiera!

En eso consiste la amistad.
Ojalá pudiera hacer más por ti...

Byleth. Masculino.
Byleth. Femenino.

Porque somos amigos, claro. ¡Sabía que dirías eso!

Ah, mi vida parece una tragedia. Lo sé, lo sé...

Supongo que este es el destino que me ha designado la Diosa, así que tendré que aceptarlo...

Byleth. Masculino.
Byleth. Femenino.

Este... Dejémoslo ahí por el momento, ¿de acuerdo? No hace falta añadir nada.

Ah, mi vida parece una tragedia. Lo sé, lo sé...

Supongo que este es el destino que me ha designado la Diosa, así que tendré que aceptarlo...

Byleth. Masculino.
Byleth. Femenino.

Esperemos a que termine la guerra para hablar del tema con calma. Cuando todos estemos a salvo.

En fin, basta de lloriqueos. ¡Tenemos que animarnos!

Todavía tenemos mucho por hacer lo/as dos.

Si lo piensas, ¿qué importancia tiene un hombre... o dos?

¿Te encuentras bien?
Tranquilízate.

¡¿Cómo quieres que me tranquilice?! ¡Tranquilízate tú!

¡Si es que encima no estoy hablando de un hombre o dos! Hablo de cien, quizá doscientos, ¡o más!

Estoy... totalmente...

¡Basta! No quiero estar de mal humor.

De hecho, a lo mejor con algo de ejercicio me despejo un poco.

Iré a la plaza de armas. ¡Ven conmigo!

Voy a desahogarme con cien muñecos de entrenamiento. O con doscientos, si tenemos.