Endings

Byleth. Femenino. & Claude

Tras ascender al trono como primer/primera monarca del Reino de Fódlan, Byleth inició la reconstrucción de los pueblos y ciudades arrasados por la guerra y alentó la reforma de la Iglesia de Seiros. Tras unos meses, soldados del antiguo ejército del Imperio se aliaron con los restos de las Serpientes de las Tinieblas para lanzar un ataque contra la capital, Derdriu. La joven nación no tenía capacidad para repelerlos. Cuando parecía que la derrota era inevitable, se produjo un milagro: Claude, el nuevo rey de Almyra, envió ayuda y no tardó en romper el cerco y dispersar a los atacantes. Este episodio marcó el inicio de una nueva era de concordia entre ambos territorios.

Byleth. Femenino. & Lorenz

Nieve plateada
Viento glauco

Tras ascender al trono como primera monarca del Reino de Fódlan, Byleth anunció su enlace con Lorenz, quien se entregó con igual pasión a su papel de consorte real y al de jefe de la Casa Gloucester, en cuyos territorios trabajó con ahínco para reparar los daños causados por la guerra. Sus políticas eran especialmente beneficiosas para las clases más desfavorecidas, lo que le valió el amor de la plebe y el apelativo de «Señor de las Rosas». Tras muchos años de servicio a Fódlan, Lorenz cayó enfermo y se retiró de la vida pública. La reina lo acompañó, dejando el trono en manos del príncipe, que era la viva imagen de su marido.

Byleth. Femenino. & Lorenz

Luna añil

Tras proclamarse nueva Arzobispa de la Iglesia de Seiros, Byleth anunció su enlace con Lorenz, quien se entregó con igual pasión a su papel de consorte y al de jefe de la Casa Gloucester, en cuyos territorios trabajó con ahínco para reparar los daños causados por la guerra. Sus políticas eran especialmente beneficiosas para las clases más desfavorecidas, lo que le valió el amor de la plebe. Tras muchos años de servicio, en los que devolvió la autoridad perdida a la Iglesia, Lorenz cayó enfermo y se retiró de la vida pública. La Arzobispa lo acompañó, dejando el gobierno de la Casa Gloucester en manos de su hijo, que era la viva imagen de Lorenz.

Byleth. Femenino. & Lorenz

Flor carmesí

Casi sin dar tiempo a que Byleth y Lorenz celebrasen su fastuoso enlace, la lucha contra las Serpientes de las Tinieblas comenzó. Cuando, tras muchos avatares, la paz regresó a Fódlan, los nuevos condes de Gloucester pudieron al fin centrarse en la reconstrucción de sus tierras. Aun así, nunca dejaron de lado su compromiso con los asuntos militares, y participaron juntos en numerosas campañas bélicas. Por desgracia, estas acabaron pasando factura a Lorenz, que cayó enfermo y se vio forzado a retirarse. Byleth lo acompañó en su retiro, dejando el gobierno de la Casa Gloucester en manos de su hijo, que era la viva imagen de Lorenz.

Byleth. Femenino. & Raphael

Nieve plateada
Viento glauco

Tras ascender al trono como primera monarca del Reino de Fódlan, Byleth anunció su enlace con Raphael, quien, en calidad de caballero de la nueva Guardia Real, contribuyó a la restauración del orden y a la estabilidad de la incipiente nación. Se dice que la pareja solía mostrarse muy afectuosa en sus numerosas comparecencias públicas, y que siempre gozaron de la aprobación del pueblo, que los recordó durante muchas generaciones, en parte gracias a los magníficos retratos que de ellos pintó uno de los mayores talentos artísticos de su era: Maya, la hermana de Raphael.

Byleth. Femenino. & Raphael

Luna añil

Tras proclamarse nueva Arzobispa de la Iglesia de Seiros, Byleth anunció su enlace con Raphael, quien, como cabeza de los nuevos Caballeros de Seiros, contribuyó a paliar los daños y las penurias que la guerra había causado. Se dice que la pareja solía mostrarse muy afectuosa en sus numerosas comparecencias públicas, y que siempre gozaron de la aprobación del pueblo, que los recordó durante muchas generaciones, en parte gracias a los magníficos retratos que de ellos pintó uno de los mayores talentos artísticos de su era: Maya, la hermana de Raphael.

Byleth. Femenino. & Raphael

Flor carmesí

Casi sin dar tiempo a que Byleth y Raphael celebrasen su discreto pero alegre enlace, la lucha contra las Serpientes de las Tinieblas dio comienzo. Raphael se encomendó por entero a la tarea de proteger a su esposa hasta que el caos de la guerra llegó a su fin. Se dice que el amor que se profesaban mutuamente fue el símbolo de la nueva era, y que el pueblo los recordó durante muchas generaciones, en parte gracias a los magníficos retratos que de ellos pintó uno de los mayores talentos artísticos de su época: Maya, la hermana de Raphael.

Byleth. Femenino. & Ignatz

Nieve plateada
Viento glauco

Tras ascender al trono como primera monarca del Reino de Fódlan, Byleth anunció su enlace con Ignatz, quien, además de apoyar a su esposa en las tareas de reconstrucción como consorte, se hizo mundialmente famoso por su talento con el pincel. Donó muchos de sus cuadros a las iglesias del reino, y se dice que quienes acudían a los templos a contemplarlos sentían gran solaz y olvidaban las penurias de la guerra. Su obra más famosa, «El retorno de la Diosa», mostraba la llegada de la deidad, venida de los cielos para dirigir a sus fieles. Quienes conocían a la reina solían señalar su gran parecido con la Diosa que aparecía en el cuadro.

Byleth. Femenino. & Ignatz

Luna añil

Tras proclamarse nueva Arzobispa de la Iglesia de Seiros, Byleth anunció su enlace con Ignatz, quien, además de apoyar a su esposa en las tareas de reconstrucción como consorte, se hizo mundialmente famoso por su talento con el pincel. Donó muchos de sus cuadros a las iglesias del reino, y se dice que quienes acudían a los templos a contemplarlos sentían gran solaz y olvidaban las penurias de la guerra. Su obra más famosa, «El retorno de la Diosa», mostraba la llegada de la deidad, venida de los cielos para dirigir a sus fieles. Quienes conocían a la Arzobispa solían señalar su gran parecido con la Diosa que aparecía en el cuadro.

Byleth. Femenino. & Ignatz

Flor carmesí

Casi sin dar tiempo a que Byleth e Ignatz celebrasen su discreto pero alegre enlace, la lucha contra las Serpientes de las Tinieblas dio comienzo. Ignatz se empleó en la guerra no solo como general, sino también como artista. Capturó en sus lienzos las imágenes de su esposa, que siempre combatía al lado de la emperatriz. Su memorable serie de escenas bélicas «Crónicas de una heroína» ejerció una influencia innegable en generaciones posteriores de artistas, pero fue su cuadro más memorable, «El retorno de la Diosa», el que le valió la admiración del público. Se dice que para la imagen de la deidad tomó como modelo a Byleth, su amada esposa.