La séptima canción
(...) el banquete de boda del joven emperador Lycaon III se prolongó
desde la luna llena al cuarto menguante. Los camareros se afanaban
para rellenar los vasos de oro. Todos disfrutamos de los excelentes vinos
de Boramas mientras presenciábamos cómo los espadachines del norte
sucumbían ante bestias salvajes en una magnífica bacanal de sangre (...)

(...) en las mesas se alineaban fuentes repletas de alimentos tan suntuosos
como extravagantes. Las más grandes presentaban recetas inspiradas en
los Cuatro Santos para deleite de los comensales. En la fuente de san
Cichol, protector de la tierra, había pan de finísima harina de Gronder.
En la de Cethleann se amontonaban todo tipo de pescados y mariscos,
el plato predilecto de la santa, según cuenta la leyenda (...)

(...) el bufón disfrazado de santa Seiros decapitó al criminal ataviado
como Némesis de un tajo. ¡Los espectadores vitorearon entusiasmados!
Un joven, que observaba cómo sostenía el emperador Wilhelm entre
sus brazos a la santa, de repente me hizo señas y acercó sus labios a
mis oídos para susurrarme unas dulces palabras, al igual que hacía
el emperador con Seiros sobre el escenario (...)

(En el interior se puede leer la fecha de eliminación y la firma de Seteth.
Parece ser una novela ambientada en el Imperio de Adrestia,
pero el libro está tan deteriorado que el resto resulta ilegible.)