link
Lorenz enters the scene
link
Lorenz
volume_up

¡Ah! Existe otra opción.
link
Hilda enters the scene
link
Hilda
volume_up

¿Qué estás haciendo?
link
Lorenz
volume_up

Hola, Hilda. Utilizo estas piezas para representar a los soldados en el campo de batalla, con el objeto de visualizar mejor nuestra estrategia.
link
Hilda
volume_up

Qué bien. ¿Es divertido?
link
Lorenz
volume_up

Es fascinante. Mira: si intercambiamos estas piezas, la situación cambia completamente.
link
Lorenz
volume_up

Incluso si conservamos el mismo tipo de unidades, pero cambiamos a los individuos que las componen, la estrategia cambia drásticamente.
link
Hilda
volume_up

Sí, ya lo veo. Más o menos... Me resulta difícil comprender estos conceptos.
link
Lorenz
volume_up

¡Tonterías! Gracias a tus peticiones he podido modificar mi estilo de combate.
link
Lorenz
volume_up

Es una experiencia que me ha convencido de la necesidad de revisar y adaptar mi estrategia constantemente.
link
Lorenz
volume_up

No en vano, una preparación adecuada es la mejor manera de prevenir daños físicos durante el combate.
link
Lorenz
volume_up

De modo que ahora estoy preparado para cualquier eventualidad.
link
Hilda
(...)
link
Hilda
volume_up

Eres tan increíble que no sé ni qué decir. ¡Y no lo digo para camelarte, de verdad!
link
Lorenz
volume_up

Dime la verdad, Hilda: ¿fueron todas tus absurdas peticiones de ayuda un subterfugio para darme la oportunidad de mejorar?
link
Lorenz
volume_up

Porque, de ser así, me conmueves profundamente. Te agradezco que te hayas preocupado tanto por mi evolución personal.
link
Hilda
volume_up

Eh... ¡De nada!
link
Lorenz
volume_up

Y, si consientes en que te devuelva la gentileza, tengo una petición que hacerte a mi vez. ¿Me lo permites?
link
Hilda
volume_up

Pues no suelo ser mucho de aceptar peticiones... pero puedo hacer una excepción, supongo.
link
Lorenz
volume_up

Me complacería enormemente observarte durante un combate, en el fragor de la batalla. ¿Tendrías la amabilidad de hacerme este honor?
link
Hilda
volume_up

De acuerdo, me has convencido... Pero, si se me va de las manos, me ayudarás, ¿no?