Traición

Los descendientes de los Cuatro Apóstoles... Es fascinante.

No puedo creer que uno de sus linajes se perpetuase en secreto entre la nobleza del Imperio... Y a la vista de todos.

Se creía que la Casa Nuvelle descendía de san Macuil, pero era una patraña.

¿Cómo han logrado que la mentira pase inadvertida durante generaciones?

Emblemas perdidos... Ese era el objetivo de Aelfric. Desde que llegamos aquí, el misterio no ha dejado de crecer...

Lo siento. Meditar en voz alta no nos ayudará.

Ahora debemos prepararnos. Me temo que pronto tendremos que luchar.

Esos emblemas que se creían perdidos... deben de tener sus propias reliquias, ¿no crees?

Antes de meternos de lleno en nuevos misterios, supongo que habrá que resolver los que tenemos entre manos.

Tengo una teoría... No, no he dicho nada. Las respuestas seguramente nos esperan en esa capilla en ruinas.

No puedo creer que mi hipótesis fuese correcta. Aunque no lo parezca, estoy estupefacto.

Es como si lanzaras la caña al estanque esperando que saliera el Grandullón... pero, al recoger el sedal, apareciese Seteth.

Quizá esa analogía esté un poco traída por los pelos. Pero, vaya, que estoy alucinando...

A decir verdad, me sorprendió que lady Rhea estuviese dispuesta a entregar el cáliz tan fácilmente.

¿Es que la Iglesia no le da importancia?

Ya sé que dijo que nadie podría usarlo, pero hay algo que no cuadra...

Nos tomamos tantas molestias para devolverle esa valiosa reliquia a lady Rhea... ¿y ni siquiera nos da las gracias?

Tuvimos que romper aquel sello y todo... Bueno, en realidad se abrió solo, pero tú ya me entiendes.

Volvamos a la superficie, anda. Necesito relajarme en la sauna a la de ya.

Ahora están todas las cartas sobre la mesa. Ya sabes de lo que soy capaz...

Si no hubiesen intercedido por mí, la Iglesia me habría destruido hace tiempo.

Pude salvar la vida... Pienso saldar mi deuda cueste lo que cueste.

La cabeza me da vueltas cuando pienso en todo este lío tan complicado.

Ahora debemos centrarnos en rescatar a Aelfric y luego ya buscaremos explicaciones.

Ya sé que vamos de crisis en crisis, pero... seguimos contando contigo, ¿verdad? Te necesitamos, colega.

¿Es Aelfric nuestro enemigo o un aliado?

Lleva trabajando incansablemente para proteger el Abismo desde hace muchos años.

Pero, si la Casa Nuvelle no hubiese caído en desgracia, yo no habría acabado aquí.

Y entonces la sangre de Noa nunca habría... ¿Puede ser todo mera coincidencia?...

Los Cuatro Apóstoles... Por fin todo cobra sentido.

Escucha. Hay novedades en el puesto... Bueno, no; en realidad todo va como siempre... Quizá debería haber dicho «sin novedad en el puesto», ¿verdad?

Pero ¿qué digo? Esa frase no tiene ningún gancho... En fin... Ah, por cierto, profesor/profesora, suerte con lo de Aelfric. Espero que logres rescatarlo.

Yo me encargaré de todo mientras estés fuera. Si llega el enemigo, permaneceré en mi puesto. Menos para comer, dormir y esas cosas, claro...

Quizá te parezca un momento poco indicado para hablar de bebidas, pero no puedo pensar en otra cosa, así que se siente.

El problema es que todo lo que tenemos aquí viene de fuera.

Si tuviésemos el equipo adecuado, podríamos elaborar nuestra propia bebida y no depender de nadie. Incluso podríamos vender una parte.

En cuanto vuelva Aelfric, voy a proponerle la idea.

Esto... Tú asegúrate de rescatarlo y traerlo de una pieza, ¿de acuerdo?

Si la Iglesia sabe que han secuestrado a Aelfric, ¿por qué no envían a buscarlo a los Caballeros de Seiros?

Ya sé que vosotros hacéis todo lo que podéis, pero no sé si será suficiente.

No podemos perder a Aelfric.

Yuri siempre mantiene la cabeza fría.

Se siente muy unido a Aelfric, así que tiene más motivos que nadie para estar abatido...

Seguro que en el fondo las pasa canutas como los demás, pero se las apaña muy bien para ocultarlo.

Si Aelfric muere, el Abismo volverá a ser el mismo vertedero de antes.

Para un anciano como yo, poco importa ya, pero me preocupan los niños...

Sería un mal trago ver su futuro destruido.

Aquí abajo corremos el peligro de que nos ataquen, pero en la superficie me desprecian. Tampoco estaría a salvo allí.

El único modo de evitar el peligro es desaparecer.

Los de la superficie se han llevado a Aelfric, pero tú también vienes de ese sitio...

Quizá no toda la gente de allí arriba sea mala. ¡Buena suerte!

Nadie puede con los Lobos Plateados.

Ellos conseguirán que todo salga bien, ¿no?