La ciudad de las sombras

Los 1185 años de historia del Imperio concluyen aquí, de improviso.

Pero el linaje de la Casa Hresvelg podría sobrevivir...

Cuando Edelgard se hizo con el poder, no había otro heredero legítimo.

Según ella, la próxima persona que subiese al trono debería hacerlo por sus propios méritos, y no en virtud de su sangre. No lo decía a la ligera.

Sea como fuere, solo sé que noto un inmenso vacío en mi corazón. Y dudo que algún día sea capaz de llenarlo.

Dicen que nada dura para siempre, pero no me esperaba este desenlace.

Las Serpientes de las Tinieblas... Suena fascinante y misterioso. Deben de tener una larga historia tras de sí.

Aunque... No sé tú, pero creo que, cuando muerdan el polvo, va a ser visto y no visto.

Vaya, dicho así suena a profecía. Espero no haberte asustado.

Ha muerto... Mi padre ha muerto. Pero yo estoy bien, de verdad.

Me había preparado para esta situación. Él era uno de los comandantes del ejército imperial. Y nada menos que el ministro de Guerra...

Sacrificó su propia vida con tal de que los soldados imperiales pudiesen sobrevivir.

Solo alguien como él es capaz de hacer algo así. Siempre fue duro de pelar.

En cambio, yo llevo todo este tiempo luchando con vosotros...

y ¿he mejorado lo más mínimo? ¿Estaré algún día a la altura de mi padre?

Ahora que ya no está Edelgard, puede que Fódlan por fin encuentre la paz.

Serían excelentes noticias, pero...

Verás: fue ella quien puso a mi padre bajo arresto domiciliario. Y claro, ahora lo han liberado... ¡y él ya ha tomado el mando de la Casa Varley!

¡No puedo soportarlo! ¡Soy incapaz de tratar con él! ¡Tienes que hacer algo, por favor!

¡Muchas gracias!

En cuanto derrotamos a Edie, los nobles se aliaron con la Alianza y la Iglesia...

Esa gente solo piensa en sus propios intereses.

Sin embargo, también está el conde de Bergliez, el antiguo ministro de Guerra...

Dio su vida a cambio de que todos sus soldados y oficiales fueran perdonados.

Cuando me enteré... No sé... Fue un acto tan lleno de humanidad que... no pude evitar echarme a llorar.

Sabes que el conde de Bergliez es el padre de Caspar, ¿no? Me pregunto qué sentirá acerca de todo esto.

Imperio es destruido... roto en mil pedazos. Ahora por fin posible que yo vuelvo a Brigid.

Pero... elección esa es aún prematura para mí.

Por ahora, misión mía es eliminar de raíz todo mal en Fódlan. ¡Lucharé hasta fin!

Pensé que con la caída del Imperio podría dar por vengado al cernícalo.

Pero algo turbio acecha entre las sombras; una organización detrás del Imperio.

Habrá que acabar con ella. Solo así el cernícalo... Dimitri podrá descansar en paz.

Siempre he hecho lo que consideraba justo.

No es que me arrepienta, pero a veces tengo dudas sobre si he obrado correctamente.

¿Era todo esto necesario?

Perdón... Es que el posible final de la guerra me hace reflexionar sobre muchas cosas.

Pero no parece que haya acabado aún, ¿verdad? Así que más me vale prepararme para la próxima batalla.

Puede que esta guerra haya acabado, pero no será la última. A los humanos nos atrae el conflicto y siempre queremos más.

No sé cuándo será, pero más te vale tener claro que algún día la historia se repetirá.

Es cierto que la guerra siempre vuelve, pero lo mismo puede decirse de la paz.

Y precisamente por ella luchamos.

Aún veo delicada a lady Rhea, pero al menos está a salvo.

Rezo por que recobre la salud lo antes posible.

¡Que la Diosa escuche mis plegarias y la proteja!

Al fin se ha terminado la guerra.

Todos hemos perdido algo y hemos tenido que hacer sacrificios.

Pero ahora quizá podamos olvidar tanto sufrimiento y dolor. ¡Maestro/a! ¡Apresurémonos hacia Shambhala!

Si no conseguimos vencerlos, la esperanza de un mundo en paz se perderá.

Me pregunto si llevar a lady Rhea a nuestra próxima misión sería prudente...

Tras pasar tanto tiempo secuestrada, quizá sería mejor no someterla a esfuerzos excesivos.

Hay tanta gente en Fódlan que espera que lady Rhea los salve...

Ese es el motivo por el que no debemos exponerla a ningún riesgo...

¿Una misteriosa fuerza que amenaza el futuro de Fódlan? Desde luego, no podemos ignorarla.

Ahora mismo ya no existen ni el Imperio ni el Reino. Incluso la Alianza ha desaparecido. Solo queda Fódlan, ¡que deberá luchar unido!

Cuánto me gustaría asestar el golpe de gracia al comandante enemigo... ¡Así me aseguraría una página en los libros de historia!

Me levanto, desayuno, entreno, almuerzo, entreno otra vez, ceno y a la cama.

Aunque haya que prepararse para atacar, ¡mi rutina es sagrada!

Tanto entrenar y zampar es por el bien de Fódlan. Para protegerlo, hay que mantener los músculos fuertes... y la panza llena.

Nuestro próximo enemigo es un aliado de Solon.

¿Recuerdas cómo nos llamaba Solon?

Nos llamaba bestias. Y él, en cambio, se refería a sí mismo como «el Salvador».

¿A quién se supone que está salvando?

Las Serpientes de las Tinieblas... Por fin tendremos la oportunidad de ver su verdadero rostro.

Me da en la nariz que están confabulados con quienes me usaron para sus experimentos cuando era pequeña.

No me extrañaría que Edelgard fuera otra de sus víctimas.

Quién sabe qué objetivos persiguen...

Pero, sean cuales sean, no merecen clemencia. Debemos exterminarlos a todos.

Pensé que con la derrota de Edelgard se acabaría la guerra... pero no ha sido así.

De todas formas, yo ya me siento un tanto aliviada, aunque resulte prematuro por mi parte.

Cuando todo esto termine, deberé plantearme qué hacer con mi vida y adónde dirigirme...

La verdad es que aún no tengo clara ninguna de las dos cosas.

Por ahora, lo importante es centrarse en la próxima batalla y ganarla. Así podremos olvidarnos de este conflicto y seguir adelante.

Se llamaba Shambhala, ¿no? Me da escalofríos pensar lo cerca que está de los dominios de la Casa Goneril...

¿Quién se iba a imaginar que esos indeseables vivieran justo delante de mis narices?

Esperaba que mi hermano mayor nos echara una mano en la próxima batalla.

Pero dice que me las apañe sin él para representar a la Casa Goneril. Que confía en mí.

Me alegra que me vea capaz de dejar alto el pabellón, pero tanta responsabilidad es una carga.

La gente a la que nos vamos a enfrentar... ¿no son la tropa de Monica? ¿Los que mataron al capitán Jeralt?

Esta es mi oportunidad para vengarlo y no la voy a dejar pasar.

Rhea está durmiendo. Salvo que se trate de algo realmente urgente, te ruego que no la molestes.

El largo periodo de reclusión le ha pasado factura a su salud. No está en condiciones de hacer esfuerzos, y mucho menos de participar en acciones militares.

Para colmo de males, nos enfrentamos a un enemigo muy antiguo. Uno que conspiró contra nosotros en tiempos inmemoriales.

Te sugiero que obres con cautela. Tengo un muy mal presentimiento...

Me alivia saber que Rhea se halla fuera de peligro.

Mas a mi hermano sigue atenazándole el desasosiego.

Cuando pienso en la situación a la que ella se ha enfrentado, en semejante estado, comparto su inquietud.

Precisa reposo inmediato. Debería dejar que vos y mi hermano os encargaseis del resto.

Una misteriosa organización que conspira en las sombras de Fódlan... Parece sacado de una historia de terror.

Se diría que estos canallas han logrado infiltrarse en todos los rincones del Imperio.

Tras la caída de Enbarr, han permanecido bien escondidos...

Yo en tu lugar no perdería de vista a lord Arundel, el tío de Edelgard. No me inspira confianza.

¡Profesor/sora! Acabo de recibir noticias de mis compañeros de la ópera.

No sabía si habían sobrevivido todos, pero parece que van a volver a montar espectáculos.

De hecho, me han preguntado si planeo regresar a los escenarios algún día...

Pero creo que voy a rehusar. Estamos en el umbral de una nueva era y no es momento de mirar atrás.

Lo has conseguido. Has aplastado al Imperio y has rescatado a lady Rhea.

Seguro que el capitán estaría orgulloso de ti. ¡Igual que un servidor! ¡Es como si yo mismo hubiera firmado esta hazaña!

Lo siento; debería ser un poco más cauto.

Todavía tenemos que enfrentarnos a Monica y los suyos: los responsables de la muerte del capitán.

¡Les vamos a dar tal tunda que se acordarán para siempre de este día!

¡Hemos rescatado a lady Rhea! No quepo en mí de gozo.

Por desgracia, también hemos descubierto que un nuevo enemigo trata de acabar con ella.

Pero tarde o temprano lograremos traer la paz a este mundo, tal y como lady Rhea predijo. Debo recordarlo cuando luche.

Hemos salvado a Rhea, el Imperio ha caído y el Reino también parece haber llegado a su fin.

Cada vez me quedan menos razones para permanecer en Fódlan.

¡Lady Rhea ha vuelto! ¡Lady Rhea ha vuelto! ¡Qué alegría!

Pero me temo que las cosas no volverán a ser como antes, ¿verdad?

Aún hay gente ahí fuera que quiere matarnos a todos, y lady Rhea sigue estando débil.

Por cierto, profesor/sora, no le exijas demasiado, ¿vale?

¡Saludos, profesor/sora! ¡Sin novedad en el puesto!

Solo quería felicitarte por el increíble trabajo que habéis hecho en la capital. ¡Me quedo sin palabras!

Aunque pensé que después de una victoria así vendría la paz. Se ve que me equivocaba, ¿no?

Las cosas que no llegan aquí muchas veces pueden obtenerse bajo tierra, por increíble que parezca.

¿No conoces el subsuelo de Garreg Mach? Te aseguro que es un paraíso para quienes no pueden vivir en la superficie...

Esa gentuza del Abismo no hace más que causarnos problemas.

Son una plaga que asuela las entrañas de Garreg Mach... Deberíamos hacer una purga.

Tengo grabado a fuego en la retina cómo luchó Dedue hasta el final...

No sé por qué estaba tan decidido a acabar con Edelgard.

Ahora que la misión ha terminado, rezaré por que su alma encuentre la paz en el cielo.

Antes de marcharse, Dedue se aseguró de que Edelgard había encontrado su fin.

En su mirada podía leerse la satisfacción del deber cumplido, pero también cierta soledad.

No sé adónde se dirigiría. Quizá a Duscur, su patria.

Así que lady Rhea seguía con vida... ¡Muchísimas gracias por traérnosla de vuelta!

Sus fieles por fin podemos respirar tranquilos.

¡Es maravilloso!... ¿Cómo dices? ¿Que la lucha no ha acabado aún?

Aunque hayamos conseguido rescatar a lady Rhea, el semblante de Seteth sigue sombrío.

¿Volveremos a respirar la paz de antaño en este monasterio? Parecen tiempos tan lejanos...

¡Misión cumplida! Por fin hemos arrancado a lady Rhea de las garras del Imperio.

Seguro que la pobre está deseando descansar largo y tendido... Pero no va a ser posible.

¡Hemos derrotado al ejército imperial! ¡Casi no me lo creo!

Aunque todavía nos quedan unos cuantos enemigos, ¿no? A mí me da igual quiénes sean: ¡nunca me faltarán ganas de luchar!

Luchar contra enemigos cuya auténtica naturaleza desconoces da bastante miedo, a decir verdad. Aun así...

Si existen poderes en este mundo que no dudarán en atacarnos, no nos podemos quedar de brazos cruzados.

¡El futuro de Fódlan está en nuestras manos!

¡Dicen que habéis rescatado a lady Rhea! Pero... ¿por qué no la hemos visto aún?

Ah, ¿que necesita tiempo para recuperarse? Vale, tiene sentido. Al fin y al cabo, ha pasado secuestrada mucho tiempo.

Rezaré por su salud.

Y yo que pensaba que capturar la capital imperial supondría el fin de la guerra... Qué inocente soy.

Ahora tendré que escribirle una carta a mi familia para decirles que mi vuelta se retrasa...

El regreso de lady Rhea ya ha sido anunciado en cada una de las iglesias de Fódlan.

Aunque Seteth ha decretado que las visitas a nuestra señora quedan restringidas hasta que su salud mejore.

Es una medida sensata. De lo contrario, acudirían peregrinos de todo el continente y no daríamos abasto en el monasterio.

¡Profesor!/¡Profesora! Quería expresarte mi agradecimiento y mi más sincera enhorabuena por habernos devuelto a lady Rhea.

Me atrevería a decir que tus hazañas te hacen merecedor/merecedora de contarte entre los Cuatro Santos... que pasarían a ser cinco, claro.

Seguro que, cuando acaben de reconstruir el monasterio, alguien tendrá a bien encargar una magnífica estatua en tu honor. ¡Por descontado!

Unos misteriosos enemigos que operan ocultos entre las sombras... Resulta cuanto menos inquietante. Aunque debes de estar deseando vengar a tu padre.

Imagino que esta batalla pasará a la historia. Nos jugamos el futuro. Vamos allá.

Pensé que bastaría con derrotar al Imperio, pero ahora resulta que también hay que combatir contra una misteriosa organización oculta... Es para llorar.

En fin... Si la paz depende de ello, pongo mi fuerza a tu disposición.

Esta podría ser la última oportunidad de salvar el mundo gracias a mi fuerza. No pienso dejarla pasar ni loco.

Cualquier cosa que ponga en peligro Fódlan es también una amenaza para mis sueños.

¡Hay que acabar con este sinsentido!

Lo único que temía era la falta de información. Pero, ahora que lo sabemos todo, la victoria será nuestra.

Parece que en el Imperio sucedían muchas cosas entre bambalinas.

Con esos malnacidos manejando los hilos, creo que la guerra era inevitable, por mucho que Eddy tratara de impedirla.

Me pregunto si la mujer que me raptó sería...

No importa. No he dicho nada...

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

Los ánimos están bastante alterados en todas partes. No conozco a un solo compañero de gremio que no haya visto amenazado su modo de vida...

Solo espero que las cosas vuelvan a su cauce lo antes posible. La gente necesita algo más que mis increíbles ofertas para volver a sonreír.

¿Cómo dices? ¿Quieres que te hable del Abismo?...

Se trata de unos vestigios subterráneos que yacen bajo Garreg Mach. Eso es el Abismo.

Hay gente que ha encontrado ahí su hogar. Cada cual tendrá sus motivos y su historia...

Pero solo los mercaderes más osados se atreverían a aventurarse en un lugar así. Si te sirve mi consejo, sugiero que también lo evites tú.

Escucha. Hay novedades en el puesto...

¿Es cierto que hemos conquistado la capital imperial pero que la guerra no ha acabado aún? Para mí, no tiene sentido, pero no entiendo de esas cosas.

Ten cuidado en la próxima batalla, ¿de acuerdo? Prometo que seguiré contándote las novedades. Mientras tanto, te estaré animando desde aquí.

Tengo un mensaje para ti... de una persona que ya ha muerto.

La emperatriz mantenía a la Arzobispa con vida como garantía contra las Serpientes de las Tinieblas.

Dice lo siguiente: «Cuando vayas a Shambhala, lleva a la Arzobispa contigo».

¡Nada sabe mejor que un trago para celebrar la caída del Imperio!

Verás... es que yo desciendo de Fraldarius, uno de los Diez Elegidos.

Aunque el Reino tal y como lo conocíamos ya no exista, la caída del Imperio es pura justicia poética.

Conque tú eres el hijo/la hija de Jeralt... Te pareces mucho a tu madre.

Por ciertos motivos, he tenido que ausentarme del monasterio durante un tiempo.

¿Puedo pedirte un favor?

¿Te importaría poner unas flores en la tumba de tu madre?

Estoy seguro de que le encantaría que fueses tú quien se las llevases.

Muchas gracias. Esas eran justamente sus flores favoritas.

Ya puedo dormir en paz.

Ahora debo irme. Prométeme que te cuidarás.

Pórtate bien con Jeralt. Es lo que ella desearía.