Sangre de leones y águilas

Hemos ganado la primera escaramuza, pero la suerte podría abandonarnos.

El Imperio vendrá a por nosotros con todo su ejército. Sin embargo, sigo creyendo que la victoria final será nuestra.

Y no lo digo por decir, ¿eh? Como sabes, llevo mucho tiempo preparando el terreno para la victoria.

Nunca dejo nada en manos del azar. La Diosa no siempre decide ofrecerte su protección.

Contigo de mi parte, profe, planear el rumbo hacia el triunfo será pan comido.

Aunque hayamos tomado el Gran Puente de Myrddin, la guerra no ha hecho más que empezar.

Enbarr, la capital del Imperio, se halla en el sur, allende los campos de Gronder.

Pero el ejército imperial al completo pretende cortarnos el paso, y cuenta con el doble de efectivos que nosotros.

Hemos de prepararnos para lo peor.

Me veo incapaz de llorar a los caídos.

Cuando alguien fallece, por muy cercano que fuera, hay que elegir entre quedarse en el sitio lloriqueando o seguir adelante con tu vida.

Y, ya que tratamos el tema, eso de tener que hablar bien de los difuntos... Tampoco lo entiendo.

Si alguien me caía mal vivo, ¿por qué iba a fingir cuando ya ni siquiera está entre nosotros?

Una vez que crucemos el Gran Puente de Myrddin, entraremos en el territorio de mi padre.

Será como hace cinco años, cuando lo atravesamos para lo de la batalla de los Leones y las Águilas. ¿Te acuerdas?

Buf, ¡qué horror! ¡No sé qué voy a hacer! Supongo que habrá que apretar los dientes...

Así que la campaña continúa, ¿no? En ese caso, como ermitaña profesional con diez años de experiencia, me ofrezco para... quedarme en retaguardia.

Bah, ¿a quién pretendo engañar? La guerra no acabará hasta que derrotemos a Edelgard, ¿verdad?

O hasta que perdamos, supongo. Pero es mejor no pensar en esa posibilidad.

El Gran Puente de Myrddin estaba mucho mejor protegido que hace cinco años.

No cabía un soldado más sobre él... pero todos han muerto.

Lo mismo que Ferdie. Hemos matado a Ferdie, profe, a nuestro amigo. ¿Te acuerdas de los viejos tiempos, en la Academia?

El Gran Puente de Myrddin estaba mucho mejor protegido que hace cinco años.

No cabía un soldado más sobre él... pero todos han muerto.

Lealtad de nobles cambia mucho. Una vez, otra vez y otra vez más. Yo no entiendo por qué.

¿Cómo posible confiar si traición es tan fácil? ¿Cómo puede traidor llamar a él mismo «noble»?

De verdad yo no comprendo razonamiento...

Así que el príncipe cernícalo ha muerto... Decapitado, tengo entendido.

Pero yo todavía no he visto su cabeza. Quizá siga vivo, al frente de su ejército.

Nos espera una gran batalla. Procura que no te maten, ¿de acuerdo? Me sentaría muy mal.

Si derrotamos al ejército del Imperio en Gronder, ¿cuál será nuestro próximo objetivo?

No veo otra opción más que tomar Fuerte Merceus, que está al otro lado de los campos.

Pero es demasiado pronto para pensar en eso, ¿no?

Además, es probable que Claude ya lo haya previsto.

Ha llegado la hora de luchar contra el Imperio, ¿eh? Vaya, va a ser una batalla muy dura.

A mí no me importa, pero ese ejército desconocido me preocupa un poco...

No sabemos si son enemigos o aliados... ¿Tú quiénes crees que serán, profe?

En fin, sean quienes sean, espero que podamos librarnos de luchar contra ellos.

Parece que ha llegado el momento de adentrarse en el Imperio. Estoy un poco nerviosa.

Ya nos hemos tenido que enfrentar a Ferdinand en el Gran Puente de Myrddin...

Es probable que por el camino nos veamos obligados a combatir contra otros que en su día fueron nuestros amigos.

Parece que ha llegado el momento de adentrarse en el Imperio. Estoy un poco nerviosa.

Es probable que por el camino nos veamos obligados a combatir contra otros que en su día fueron nuestros amigos.

Claude parece confiar mucho en sí mismo, pero no las tengo todas conmigo...

La emperatriz puede estar entre las tropas imperiales, y las que se dirigen al sur quizá pertenezcan al antiguo Reino.

A decir verdad, todo esto me da mala espina, pero en este momento no tenemos más remedio que continuar con el plan, ¿verdad?

Desde que me uní a la guerra, he perdido el contacto con mi familia.

Aunque, si hubiese soldados de la familia Galatea entre las tropas que marchan bajo el estandarte real... En fin...

Supongo que toda posibilidad de reconciliación con mi padre se iría al garete. Y no sé si me gusta la idea.

Pero lo cierto es que ya estoy aquí y no existe la opción de echarse atrás. Es demasiado tarde.

La Casa Gloucester ha cambiado de bando, alineándose en contra del Imperio, con lo cual la Alianza permanece unida.

Sin embargo, esta estrategia hace que mi padre sospeche de Claude aún más que antes si cabe.

En circunstancias normales habría atribuido su actitud favorable hacia nosotros a su devota fe en la Iglesia de Seiros.

Pero ahora tengo claro que no es más que un cálculo taimado de su parte y que solo piensa en su interés.

Ahora mismo no hay rencillas entre nosotros, pero ten presente que la Alianza nunca será una unión totalmente estable.

La verdad es que cuesta un mundo seguir luchando cuando uno reconoce a sus adversarios en el campo de batalla.

Es lo que ha ocurrido antes. Cuando he visto a Lorenz, no sabía qué hacer con mi vida.

El hecho de que alguien esté en el bando opuesto no significa que haya que odiarlo.

Eso es lo peor de la guerra: que, ganes o pierdas, al final siempre te queda un regusto amargo en la boca.

La verdad es que cuesta un mundo seguir luchando cuando uno reconoce a sus adversarios en el campo de batalla.

El hecho de que alguien esté en el bando opuesto no significa que haya que odiarlo.

Eso es lo peor de la guerra: que, ganes o pierdas, al final siempre te queda un regusto amargo en la boca.

Gracias a nuestra victoria, he podido investigar el Gran Puente de Myrddin largo y tendido.

¿Y sabes qué he descubierto? Que es un imponente ejemplo arquitectónico. ¡Sientes el peso de la historia nada más verlo!

Imagina el tiempo y el esfuerzo que debió costar construir algo tan grande, ¡y encima sobre el agua!

Espero que algún día esté abierto a todas las gentes de Fódlan... como sitio de interés histórico y no como un control fronterizo.

Confío en Claude y en ti, maestro/a, pero no puedo evitar sentirme inquieta.

Si nos derrotan en la próxima batalla, el ejército del Imperio penetrará en territorio de la Alianza.

En caso de que eso ocurra, mis padres no saldrán indemnes. Pagarán las consecuencias de haberse alzado contra el Imperio.

Hablar contigo me ha servido de consuelo, al menos en parte. Voy a buscar algún dulce.

He estado rezando por Lorenz a la Diosa...

En otras circunstancias no nos habríamos visto obligados a luchar contra él.

Me han dicho que han aparecido unas tropas no identificadas...

Pero llevaban el estandarte de la familia real de Faerghus... ¿Los comandará el espectro de Dimitri?

Le arrebataron su país sin que llegara a coronarse. Debió de ser un gran pesar para él...

Ay, pobre Lorenz.

No es que fuéramos íntimos, pero sí que lo consideraba amigo mío.

Según Claude, nuestro próximo combate será en los campos de Gronder. ¿Es cierto?

Me recuerda a la batalla de los Leones y las Águilas, aunque eso pertenece ya al pasado.

Al final de la batalla, los tres líderes de las clases se felicitaron unos a otros por su valor.

Y luego vino la fiesta. Qué pena no poder volver a aquellos tiempos...

Según Claude, nuestro próximo combate será en los campos de Gronder. ¿Es cierto?

Me recuerda a la batalla de los Leones y las Águilas, aunque eso pertenece ya al pasado.

Al final de la batalla, los tres líderes de las clases se felicitaron unos a otros por su valor.

Y luego vino la fiesta. Qué pena no poder volver a aquellos tiempos...

Puede que en la próxima batalla veamos a Edelgard al frente de su ejército.

Si vienen de Fuerte Merceus, nuestras tropas podrían cruzarse con las suyas en los campos de Gronder.

En cuanto a los otros soldados que hay en camino... ¿quién sabe a qué facción apoyarán?

Con tantas incógnitas, no sé cómo vamos a preparar una estrategia.

Bueno, si hemos llegado hasta aquí, todo será cuestión de seguir despacito y con buena letra, a ver qué nos depara el futuro.

Cuanto más avanzamos, más territorio comprende nuestra búsqueda de Rhea.

Espero que hallemos alguna pista, pero en realidad creo que ya sé dónde se encuentra.

O mucho me equivoco o está en la capital imperial, en cuyo caso no podremos rescatarla hasta haber derrocado al Imperio.

Un lustro hace ya de la batalla de los Leones y las Águilas... Parece mentira.

¿Recordáis si tuvo lugar antes o después de que me uniese a vuestra clase, maestro/a?

Fue justo después de que me uniese a vuestra clase. La recuerdo como si fuera ayer.

El cometido de un investigador es formular hipótesis y ponerlas a prueba mediante experimentos.

La experimentación permite validar o refutar dichas hipótesis, aunque de vez en cuando se detecte alguna excepción a la norma.

Tú pareces ser una de dichas excepciones, en lo que a mis investigaciones emblemológicas se refiere.

No te inquietes. Las excepciones añaden interés a mi trabajo. La teoría de la emblemología no encaja contigo. ¿Por qué?

Tarde o temprano, acabaré descubriéndolo. ¡Es mi deber como investigador!

Se dice que la próxima batalla podría ser de las grandes. ¿Es eso cierto?

Echo de menos los días en que, cuando alguien resultaba herido, lo trasladábamos a la enfermería y lo curábamos.

En el campo de batalla no hay tiempo para eso. La gente muere. Profesor/sora, ¡procura que no te pase a ti también!

Me llegan noticias de que el Imperio ha apostado tropas en Fuerte Merceus.

Si deciden quedarse allí y atrincherarse, lo tendremos muy complicado.

He oído que es una fortaleza inexpugnable, rodeada de altos muros. Tomarla no será fácil.

Más allá del Gran Puente de Myrddin, el territorio es ignoto para nosotros.

No sabemos dónde retienen a lady Rhea. Deberíamos buscar cada posible escondrijo de forma exhaustiva.

Los Caballeros de Seiros nos ocuparemos de la misión. En cuanto sepamos algo, te informaremos.

Cuanto más nos adentremos en territorio enemigo, más arriesgado resultará reconocer el terreno.

Si no regreso, da por supuesto que he muerto.

No desperdicies fuerzas preocupándote por mí.

Tengo que limpiar este lugar a fondo todos los días. Quitar el polvo, barrer, ordenar... Todo.

Es que nunca se sabe cuándo volverá lady Rhea.

Desde que el chico se ha puesto al frente, sus nobles no han dado muestras de cohesión.

Hasta ahora, que han encontrado una causa común. Como resultado, desde que se han unido, el Imperio no ha tenido éxito ni en una sola incursión.

Es más bien al revés: nosotros los atacamos a ellos. El cambio resulta asombroso; casi parece magia.

Quizá sus dotes para la estrategia hayan madurado durante estos cinco años y, al encontrarse contigo, han dado al fin sus frutos.

O tal vez siempre supo que volvería a verte y ha estado preparándolo todo para este momento...

¡Saludos, profesor/sora! ¡Sin novedad en el puesto!

Si no he oído mal, vamos a mandar tropas a los campos de Gronder, ¿no?

Supongo que sabrás que esas tierras son dominio de la Casa Bergliez. Vienen a ser el granero de todo Fódlan.

Si las tomamos, ¡dudo que tengamos que preocuparnos por la comida nunca más!

Las cosas que no llegan aquí muchas veces pueden obtenerse bajo tierra, por increíble que parezca.

¿No conoces el subsuelo de Garreg Mach? Te aseguro que es un paraíso para quienes no pueden vivir en la superficie...

Esa gentuza del Abismo no hace más que causarnos problemas.

Son una plaga que asuela las entrañas de Garreg Mach... Deberíamos hacer una purga.

Todavía no me creo que vayamos a cruzar las fronteras del Imperio para luchar contra ellos. Pensé que no vería el día...

Y nadie lo diría, viendo la tranquilidad con la que se lo toman casi todos mis compañeros. Muchos morirán en esta guerra, sin duda alguna.

Tú tampoco pareces muy afectado/afectada por la situación, si no te importa que lo diga... Perdona si hablo con demasiada franqueza.

En fin, ya estamos en la luna arbórea, aunque no creo que haya nadie por la labor de celebrar la llegada del año nuevo...

Si ese misterioso ejército es todo lo que queda de las fuerzas del Reino, quizá lo más sensato sería formar un frente común.

Pero va a costar convencerlos, por lo que tengo entendido. Su comportamiento parece de lo más errático.

Si solo los mueve la sed de sangre y venganza, lo mejor sería perderlos de vista cuanto antes.

Desde que capturasteis el Gran Puente de Myrddin, las perspectivas de comercio han mejorado enormemente en el Imperio.

Aunque el margen de beneficios ha menguado considerablemente, si lo comparamos con el de hace cinco años.

Hoy en día no hay manera de lucrarse, salvo que estés dispuesto a viajar por todo Fódlan, claro está.

Yo fui estudiante de la Casa del Ciervo Dorado, pero un poco antes de que tú llegaras al monasterio.

Recuerdo que ganamos la batalla de los Leones y las Águilas, principalmente gracias a Holst.

Ahora es el general más aclamado de la Alianza. A su lado, yo no he llegado muy lejos... Ay.

Si Edelgard ha aparecido en escena, Hubert no debe de andar muy lejos.

Lo ha designado como ministro del Consejo Imperial y no se separa de ella.

Ha estado muy unido a Edelgard desde la infancia. Imagino que se alegrará de ocupar su puesto actual.

Así que al fin hemos decidido invadir el Imperio...

Lo único que podemos hacer ahora mismo es rezar para que la misión sea un éxito.

Pero creo que la victoria está a nuestro alcance.

Así que por fin vamos a adentrarnos en territorio enemigo... Creo que, a partir de ahora, se intensificarán las hostilidades.

Yo ya empiezo a notar la tensión, de hecho. Reconozco que me falta experiencia en batallas de este calibre.

Te agradecería mucho cualquier consejo que me puedas dar, profesor/profesora.

Solo juego mis cartas cuando estoy seguro de ganar. A eso he venido. A ganar.

Pero esta vez es mi vida la que está en juego. No me decepciones, ¿de acuerdo?

Aunque, en el fondo, he sido yo quien ha decidido apostar, así que no me quejaré si pierdo.

Parece que la Alianza ha evitado convertirse en un campo de batalla.

Aunque ya no tenga relación con mi familia, me pregunto cómo estarán...

Hasta ahora, mi hermano pequeño ha conseguido protegerlos. Es un buen líder.

Al otro lado del puente están las tierras de los Bergliez. Será el inicio de la invasión del Imperio.

No te preocupes. No siento ninguna inquietud.

¡Ya lo verás, mi magia nos llevará hasta Enbarr, el corazón imperial!

Nos enfrentamos a gente a la que conocemos de la Academia de Oficiales.

Supongo que es lo normal en las guerras, pero no me gusta nada.

Me hace sentir tan... Será mejor que piense en cualquier otra cosa.

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

Los ánimos están bastante alterados en todas partes. No conozco a un solo compañero de gremio que no haya visto amenazado su modo de vida...

Solo espero que las cosas vuelvan a su cauce lo antes posible. La gente necesita algo más que mis increíbles ofertas para volver a sonreír.

¿Cómo dices? ¿Quieres que te hable del Abismo?...

Se trata de unos vestigios subterráneos que yacen bajo Garreg Mach. Eso es el Abismo.

Hay gente que ha encontrado ahí su hogar. Cada cual tendrá sus motivos y su historia...

Pero solo los mercaderes más osados se atreverían a aventurarse en un lugar así. Si te sirve mi consejo, sugiero que también lo evites tú.

Escucha. Hay novedades en el puesto...

Por fin ha llegado la luna arbórea. Toca celebrar otro año que empieza. ¡Esto no pasa todos los días!

Aunque la gente de la superficie no parece estar de humor para celebraciones. La guerra es un asco...

Yo ocupaba un cargo bastante importante en la Iglesia, pero ahora estoy aquí exiliada por cometer un delito.

Malversé dinero, pero ¡no fue por avaricia!

Mi pueblo fue saqueado... y la Iglesia no aportaba lo suficiente para reparar la destrucción...

Qué desgracia. Qué desgracia más grande...

Qué desgracia. Qué desgracia más grande...

Conque te preocupo, ¿eh? Muy amable. Quizá demasiado...

Te daré un consejo: si alguien te pide un favor, seguramente se trate de una trampa.

En la última batalla me herí la pierna. He tenido que refugiarme aquí porque no tenía otro sitio al que ir.

Ten cuidado ahí arriba. Todos los bandos han traído a sus mejores guerreros.

El conde de Bergliez, del Imperio; lord Holst, de la Alianza... Seguro que el Reino también tiene a alguien así.

Conque tú eres el hijo/la hija de Jeralt... Te pareces mucho a tu madre.

Por ciertos motivos, he tenido que ausentarme del monasterio durante un tiempo.

¿Puedo pedirte un favor?

¿Te importaría poner unas flores en la tumba de tu madre?

Estoy seguro de que le encantaría que fueses tú quien se las llevases.

Muchas gracias. Esas eran justamente sus flores favoritas.

Ya puedo dormir en paz.

Ahora debo irme. Prométeme que te cuidarás.

Pórtate bien con Jeralt. Es lo que ella desearía.