El Valle del Tormento

Algún día asaltaremos la capital imperial.

Se me hace extraño pensar que invadiré la ciudad que un día fue mi hogar.

Pero aún no ha llegado el momento.

Por ahora me centraré en preparar el viaje al valle de Ailell.

No logro acostumbrarme a tanto derramamiento de sangre. Cada vez que la veo, me siento desfallecer.

Imagino que ya te lo había dicho. No sé cómo puedes aguantarlo.

Ojalá termine pronto esta guerra. No me gusta andar siempre mareado por culpa de los que se desangran.

Aunque el esfuerzo que puede suponer acabarla me parece una auténtica tortura...

No logro acostumbrarme a tanto derramamiento de sangre. Cada vez que la veo, me siento desfallecer.

No te lo había dicho, ¿verdad? En fin...

Ojalá termine pronto esta guerra. No me gusta andar siempre mareado por culpa de los que se desangran.

Aunque el esfuerzo que puede suponer acabarla me parece una auténtica tortura...

Nunca pensé que acabaríamos luchando contra Randolph...

Es mi tío, aunque no de sangre, así que... creo que sabré llevarlo.

No te preocupes por mí. Será lo que tenga que ser.

¿Ailell, el Valle del Tormento? Vaya nombre más raro, ¿no?

Suena terrorífico. ¿De verdad tengo que ir contigo?

Este... mmm... ¡tengo una idea! ¿Por qué no dejas que la ermitaña se quede en casa y proteja el fuerte?

¡Hola, profe! Gracias por trabajar con tanto ahínco. ¡Sin novedad en el puesto!

¿Qué tal he estado? ¿Te ha dado la sensación de estar hablando con él?

Algunas cosas siguen iguales que hace cinco años, pero muchas otras sí que han cambiado...

Desde que llego aquí, yo aprendo muchas palabras nuevas.

Pero lengua fodlanesa aún cuesta mucho hablar a mí.

Entiendo idioma, leo y escribo casi perfecto. Pero entender y hablar es... ¿arena de otro costal?

En Faerghus algunos creen que Dimitri sigue vivo.

Mi padre es uno de esos ilusos, sin ir más lejos.

Se niegan a aceptar la realidad: que Dimitri está muerto y no va a volver.

El Valle del Tormento de Ailell... de verdad te digo que no tengo ningunas ganas de ir.

¡Hace un calor del infierno! Para la gente como yo que ha vivido siempre en climas fríos... Buf, va a ser duro.

Aunque imagino que esas temperaturas mantendrán alejados a los enemigos...

Aunque ya no seamos estudiantes, conviene conservar la costumbre de leer.

En los libros se aprenden cosas que pueden servir en combate.

La destrucción del monasterio es una verdadera tragedia, pero...

¡al menos, los libros siguen intactos!

Maestro/a, ¿seguro que es buena idea confiar en Judith?

He oído que aún hay rencillas en el seno de la Alianza...

Este generoso ofrecimiento de refuerzos y provisiones es demasiado bueno para ser verdad...

Vaya, no quiero ser la típica aguafiestas, pero... me preocupa un poco.

Mi familia, la Casa Galatea, es una rama de la Casa Daphnel.

Dos hermanos se enfrentaron a causa de una herencia y la familia se dividió en dos. O eso es lo que se dice.

Aunque ambas familias comparten la misma sangre, no han mantenido el contacto, de manera que las relaciones son bastante frías.

Por eso no conozco bien a Judith, a pesar de que esté a la cabeza de los Daphnel.

¿Está dispuesta a compartir provisiones con nosotros sin pedir nada a cambio?... ¡Judith es divina!

¡Más divina que la propia Diosa, diría yo!

El Valle del Tormento... Había oído hablar de él, pero nunca pensé que llegaría a visitarlo.

¡Estoy entusiasmado con la idea! Me pregunto cómo será el paisaje...

Ailell, el Valle del Tormento, está en la frontera de los territorios de tres casas nobles.

Las familias Fraldarius y Galatea, del Reino, y la familia Daphnel, de la Alianza.

Al parecer, el antiguo ejército del Reino y el nuevo ejército del ducado se están enfrentando en las tierras de la familia Fraldarius, al norte.

Valle del Tormento... Valle del Tormento...

Mi hermano mayor me ha hablado mucho sobre la valentía de Judith.

Dicen que, con solo mirarlo, domó a un caballo salvaje al que nadie había logrado acercarse.

Y, cuando un general de Almyra osó provocarla, lo obligó a disculparse entre lágrimas.

Es una mujer increíble. Ojalá luchara a nuestro lado.

Ya no te dedicas a la docencia, ni nosotros somos tus alumnos, pero todos te siguen considerando su maestro/maestra.

¿O prefieres que te llamen de otra manera?

Reunirnos con los refuerzos en el Valle del Tormento parece una decisión astuta.

Es poco probable que nos molesten en un lugar sometido a temperaturas tan tórridas.

Por desgracia, a nosotros también nos resultará difícil adaptarnos a semejantes condiciones. Asegúrate de que todos estén preparados.

Ha pasado solo un lustro, mas han cambiado tantas cosas...

La mitad del Reino ha caído en manos del Imperio, y la Alianza se ha sumido en un caos violento...

Solo permanece inalterable el cielo...

La restauración del monasterio avanza con paso firme. Son excelentes noticias.

Cuando volvimos, no estaba seguro de que las ruinas de este lugar tuvieran arreglo.

Pero, si conseguimos reconstruir la catedral, todo volverá a quedar como en los viejos tiempos.

La muerte de alguien que estudió con nosotros... me parte el corazón.

Pero la guerra contra el Imperio continúa, profesor/sora, y no será la última vez que ocurra.

Nuestros antiguos estudiantes cuentan con nosotros. Ya les enseñamos a luchar; ahora solo queda que aprendan a ganar.

Aunque estemos reuniendo refuerzos, debemos prepararnos para lo peor.

Que nada te sirva de excusa para evitar el entrenamiento.

Voy a cortar algo con mi espada para practicar.

¡A no ser que quieras que entrenemos juntos! ¿Te gustaría?

He oído a la gente hablar de la Campeona de Daphnel.

Si el valor que describen esas historias es cierto, nadie será capaz de vencernos.

En otras circunstancias, me habría encantado enfrentarme a ella...

Pero la prioridad ahora es conseguir refuerzos. Esperemos que todo salga bien.

Estamos rodeados de espías. Mantente alerta.

Captura a cualquiera que te parezca sospechoso.

Tengo que limpiar las aulas, regar las flores, ordenar la biblioteca, lavar la ropa...

Seguro que tú también tienes muchas cosas que hacer, ¿no?

¡Saludos, profesor/sora! ¡Sin novedad en el puesto!

¿Nos estamos preparando para una gran batalla? ¿Que no exactamente? Ajá, conque vamos a recibir nuevos refuerzos...

Bueno, yo seguiré encargándome de vigilar este lugar. ¡Con mi vista de lince, detectaré cualquier comportamiento sospechoso!

Las cosas que no llegan aquí muchas veces pueden obtenerse bajo tierra, por increíble que parezca.

¿No conoces el subsuelo de Garreg Mach? Te aseguro que es un paraíso para quienes no pueden vivir en la superficie...

Esa gentuza del Abismo no hace más que causarnos problemas.

Son una plaga que asuela las entrañas de Garreg Mach... Deberíamos hacer una purga.

Al norte de Garreg Mach se hallan las tierras de los Charon y los Galatea, que eran leales al Reino.

Pese al acoso de las fuerzas imperiales, ambas familias siguen proclamándose neutrales.

Como solo se dedican a defender sus lindes, imagino que el Imperio carece de motivos reales para emplear la fuerza bruta contra ellas.

Los Daphnel son una familia de rancio linaje, descendientes directos de los Diez Elegidos. Siempre han mantenido lazos muy estrechos con la Iglesia.

Tengo entendido que Judith, cuyo valor ha motivado numerosas leyendas, también es una fervorosa devota de la fe de Seiros.

Seguro que podemos contar con su ayuda.

Algunos camaradas creen que los refuerzos vienen cargados de provisiones...

pero más vale no hacerse ilusiones al respecto.

Al fin y al cabo, si recibimos refuerzos, también tendrán que alimentarse.

La creación del ducado de Faerghus supone, en esencia, la desaparición del Reino.

Más de la mitad de los señores feudales que servían al Reino han jurado lealtad al Imperio.

Los Fraldarius y las demás casas que todavía oponen resistencia no tardarán en claudicar. Solo es cuestión de tiempo.

Durante el último lustro he llevado una vida discreta para evitar que me descubriera el Imperio.

No puedo expresar con palabras la emoción que siento de poder regresar por fin al monasterio.

Espero que los demás hermanos y hermanas que se vieron obligados a huir regresen algún día.

Así que el Valle del Tormento, ¿eh? Entiendo lo que te propones, pero no bajes la guardia.

Si detectan algún movimiento en la frontera, los nobles del Reino no tardarán en reaccionar. No los subestimes.

Concéntrate en lograr un resultado positivo. Hay mucho en juego.

Así que ahora Judith lucha en nuestras filas, ¿no? Hace años que no la veo.

Hoy en día, la gente la considera una heroína. Por aquel entonces, para mí era un pibón y medio.

En mi clasificación personal, era la segunda mujer más encantadora de todo Fódlan. ¿Que a quién correspondía el primer puesto? Eso es un secreto...

Así que queréis ir a Ailell. A decir verdad, no termino de verlo claro.

Si solo os proponéis buscar refuerzos... me pregunto si mi presencia es necesaria.

Aunque te agradecería que avanzásemos solo bajo el cobijo de la noche.

El Valle del Tormento... ¿No es ese sitio donde hace un calor sofocante todo el año?

Siempre quise ver mundo. Por eso abandoné mi pueblo.

Y aquí me tienes, viajando a todo tipo de lugares interesantes... para matar gente. No es precisamente como lo imaginé.

Quizá saque algo de tiempo para admirar el paisaje, aunque igual se me enfada alguien por no tomarme esta estúpida guerra en serio...

Oh, ha faltado poco. Casi he suspirado.

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

Los ánimos están bastante crispados en todas partes. No conozco a un solo compañero de gremio que no haya visto amenazado su modo de vida...

Solo espero que las cosas vuelvan a su cauce lo antes posible. La gente necesita algo más que mis increíbles ofertas para volver a sonreír.

¿Cómo dices? ¿Quieres que te hable del Abismo?...

Se trata de unos vestigios subterráneos que yacen bajo Garreg Mach. Eso es el Abismo.

Hay gente que ha encontrado ahí su hogar. Cada cual tendrá sus motivos y su historia...

pero solo los mercaderes más osados se atreverían a aventurarse en un lugar así. Si te vale mi consejo, sugiero que también lo evites tú.

Escucha. Hay novedades en el puesto...

¿Recuerdas la batalla de hace cinco años? Imagino que sí. ¿Y te acuerdas del compañero que me pusieron para vigilar el Abismo?

Me dijo que tenía que volver a la superficie para unos asuntos, pero que volvería para visitarme. Pues el caso es que... no le he vuelto a ver el pelo.

Han regresado muchos caballeros, pero él no. Espero que no le haya pasado nada...

Los bandidos de Garreg Mach bajaban al Abismo con frecuencia.

Pero jamás hicimos tratos con ellos; siempre rechazamos sus propuestas. A veces, incluso tuvimos que recurrir a la violencia.

Hapi fue quien los expulsó para siempre. Lo único malo es que después había bestias por todos lados...

Los bandidos de Garreg Mach bajaban al Abismo con frecuencia.

Pero jamás hicimos tratos con ellos; siempre rechazamos sus propuestas. A veces, incluso tuvimos que recurrir a la violencia.

Cuando el monasterio quedó en ruinas, perdimos toda esperanza de recibir apoyo de la Iglesia.

En aquel momento, todo el que pudo se largó del Abismo y se mudó a la superficie.

Desde entonces, hemos sobrevivido a duras penas...

¿Sigues con vida? Pensaba que habías caído en la batalla de Garreg Mach...

En un principio me fui al Reino, pero las estrellas no auguraban nada bueno, así que me di la vuelta.

Me he pasado gran parte de estos últimos cinco años vagando por la Alianza y hace poco que he vuelto.

Conque tú eres el hijo/la hija de Jeralt... Te pareces mucho a tu madre.

Por ciertos motivos, he tenido que ausentarme del monasterio durante un tiempo.

¿Puedo pedirte un favor?

¿Te importaría poner unas flores en la tumba de tu madre?

Estoy seguro de que le encantaría que fueses tú quien se las llevases.

Muchas gracias. Esas eran justamente sus flores favoritas.

Ya puedo dormir en paz.

Ahora debo irme. Prométeme que te cuidarás.

Pórtate bien con Jeralt. Es lo que ella desearía.