Largo tiempo padeció el pueblo el caos y el desorden.
El pérfido Némesis, que se coronó con el título de Rey Libertador,
se deleitaba con la guerra y el derramamiento de sangre.
Sin embargo, las familias nobles de Fódlan nunca se unieron contra
el tirano; se limitaron a guerrear entre ellas para arrebatarse riquezas.

Año 41 antes del Imperio
—El advenimiento de santa Seiros—
Santa Seiros arribó a las tierras de Enbarr. Allí obró grandes prodigios
y se ganó numerosos corazones de la gente más pura de Fódlan.
Así fue como se fundó la Santa Iglesia de Seiros.

Año imperial 1
—La fundación del glorioso Imperio de Adrestia—
El nombre del Imperio le fue dado a santa Seiros por el oráculo
y su futuro fue bendecido por la Diosa. El poder de la profetisa
permitió a Enbarr, la capital, dominar la parte meridional de Fódlan.

Año imperial 32
—El inicio de la guerra de los Héroes—
El primer emperador de Adrestia, Wilhelm Paul Hresvelg,
reunió un gran ejército con el objeto de unificar Fódlan y aplastó
a las familias nobles que anhelaban más poder.

Año imperial 46
—La batalla de Gronder—
Las fuerzas del Imperio chocaron en los campos de Gronder
con las familias nobles partidarias de Némesis y lograron
una victoria aplastante tras una intensa batalla.

Año imperial 91
—La batalla de Tailtean—
Los nobles aliados con Némesis volvieron a enfrentarse al ejército
imperial en las llanuras de Tailtean. El cruel rey Némesis por fin
sucumbió y el Imperio se alzó victorioso.

Año imperial 98
—El fin de la guerra de los Héroes—
Lycaon I, sucesor del emperador Wilhelm I, murió
de una enfermedad repentina. El Imperio, que dominaba
la mayor parte de Fódlan, decidió poner fin a las hostilidades.