Ferdinand & Marianne C / houses.fedatamine.com

Ferdinand, Marianne enter the scene

Ah, Marianne... Tú también estás rezando, ¿eh?

Sí, eso mismo.

¡Así me gusta! Seguro que tanta devoción se verá recompensada.

No lo hacía por eso.

¡No seas modesta! Ojalá más gente fuese tan devota como tú.

Bueno, yo ya me iba...

¡Un momento!

¿Qué quieres?

Hay algo que llevo tiempo deseando sugerirte: ¿nunca has pensado que te vendría bien aparentar más seguridad en ti misma?

Al hablar suenas como si te faltase energía y te sobrase pesimismo.

Los nobles debemos mostrarnos firmes y resueltos si queremos seguir contando con el apoyo del populacho.

Como noble que soy, no necesito ganarme el respeto de nadie.

Me conformo con una vida tranquila y con no causarle molestias a nadie. No me atrevo a soñar con nada más.

¡Pero si eres la única hija del afamado marqués de Edmund!

Poco importan tus sueños: has de asumir que, en virtud de tu noble linaje, has heredado ciertas responsabilidades.

Pues entonces, ¡me importa un pimiento ser una irresponsable! ¡Hasta luego!

Marianne leaves the scene

(Es como si no quisiera formar parte de la nobleza...)