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Hilda enters the scene
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Hilda
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(Ay, mira que caérseme la tetera... Hay hojas de té por toda la alfombra. Ya verás qué bien me lo voy a pasar limpiándola...)
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Ignatz enters the scene
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Ignatz
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Hola, Hilda. ¿Sucede algo?
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Hilda
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Ah, Ignatz. He tirado sin querer la tetera.
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Hilda
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Gracias a la Diosa, ya me lo había servido todo, pero las hojas de té se han caído en la alfombra.
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Ignatz
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Sí, menudo desastre... Déjame que te ayude. Si no tienes cuidado, pueden quedar manchas.
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Hilda
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Pero ¿no tienes nada más que hacer?
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Ignatz
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Bah, no te preocupes. Estoy en mi descanso.
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Hilda
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¿Qué llevas ahí? Ah, utensilios de pintura. Ibas a pintar, ¿a que sí?
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Ignatz
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Oh, sí. Hace buen día y había encontrado un sitio donde crecen unas flores muy bonitas.
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Ignatz
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Pero no van a moverse de allí. ¡Primero podemos limpiar esto en un momento!
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Hilda
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Vale...
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Hilda
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Gracias, Ignatz. Y perdona por haberte quitado tiempo para pintar.
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Ignatz
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Está bien. ¡Al menos no se ha manchado nada! Hemos conseguido quitar todas las hojas de la alfombra.
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Hilda
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¿Aún vas a pintar? ¿O se te ha hecho tarde?
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Ignatz
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No, todavía tengo tiempo...
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Ignatz
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Si no estás haciendo nada, ¿quieres venirte conmigo, Hilda?
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Hilda
(...)
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Ignatz
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Lo siento. ¡No pretendía hacerte sentir incómoda! Olvida lo que he dicho. Tendrás cosas que hacer.
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Hilda
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No me has dejado contestarte.
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Ignatz
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Bueno, como no has respondido, pensé que no querías.
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Hilda
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Yo no he dicho que no quisiera. Es solo que me has pillado por sorpresa.
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Hilda
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No estaría mal ir a ver esas flores que dices. Me encanta que me hayas invitado.
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Ignatz
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¡Buf, menos mal! Espera, ¿te... encanta?
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Hilda
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¡Claro que sí! Me encanta que me inviten, tontito.
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Ignatz
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Sí, tienes razón, por supuesto. Indica que te tienen en consideración.
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Hilda
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Sí, exacto. ¿Ves? Lo entiendes perfectamente. No hay por qué pensar que una invitación vaya a incomodar a nadie.
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Hilda
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A cualquiera le gusta que lo inviten.
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Ignatz
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Desde luego, así es. Perfecto, entonces.
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Ignatz
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¿Te gustaría ayudarme con el cuadro, aparte de venir a ver las flores?
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Hilda
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No quiero estropear tu obra. Pintar es algo que no se me da bien.
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Ignatz
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Ah, no, lo que quiero decir es que me gustaría pintarte rodeada de todas esas flores...
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Ignatz
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¡Oh! Quizá me haya excedido en la petición, ¿no? ¡Olvídalo, no te preocupes!
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Hilda
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Pero si no me has dejado ni contestar... Aunque sí, tienes razón; no me apetece.
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Ignatz
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Lo siento, yo...
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Hilda
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No me apetece, a no ser que me pintes bien mona. Lo harás, ¿no?
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Ignatz
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¡¿Eh?! ¡Sí, por supuesto! ¡Tan mona como desees!
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Hilda
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¡Bien! Seguro que no te cuesta, con esta sonrisa tan cuca que se me asoma...