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Byleth, Rhea, Seteth enter the scene
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Rhea
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Tengo una nueva misión para ti, profesor/sora.
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Rhea
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Quiero que te dirijas con tus estudiantes al Sacro Reino de Faerghus para acabar con unos ladrones.
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Seteth
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Han robado una de las reliquias de los héroes, la perteneciente a la noble Casa Gautier: la Lanza de la Ruina.
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Seteth
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Su cabecilla es un tal Miklan. Por lo visto, se trata de un vástago desheredado de la propia Casa Gautier.
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Seteth
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Es probable que por carecer de un emblema. Este tipo de cosas pasan con bastante frecuencia en el Reino.
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Rhea
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Quienes no poseen un emblema pueden blandir las reliquias, pero no encauzar todo el poder de la Diosa.
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Seteth
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Porque hay una reliquia de los héroes en juego, y por lo tanto la misión entraña más peligro del que un solo noble puede asumir por su cuenta.
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Seteth
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Las reliquias de los héroes son armas muy poderosas. Debemos hacer frente a la amenaza con los medios adecuados.
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Seteth
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Por desgracia, la mayor parte de los Caballeros de Seiros se encuentra fuera del monasterio, purgando a los apóstatas de la Iglesia de Occidente.
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Seteth
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De ahí que te encarguemos a ti la misión. Además, cuentas con la Espada de la Creación, perfectamente capaz de medirse a cualquier reliquia de los héroes.
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Rhea
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Su poder, de hecho, es muy superior al de esas armas. No tienes nada que temer.
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Rhea
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Pero, para asegurarnos de que ni tú ni los estudiantes sufráis daño alguno, enviaremos con vosotros a los mejores luchadores del monasterio.
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Seteth
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Te recuerdo que se espera de ti un comportamiento a la altura del/de la portador/portadora de una espada sagrada.
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Seteth
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Por cierto, el profesor Hanneman te estaba buscando. Eso es todo.
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Claude enters the scene
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Byleth enters the scene
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Claude
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Madre mía, profe... Quién me iba a decir a mí que eras descendiente del mismísimo Rey Libertador...
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Claude
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¿Recuerdas aquella historia que te conté sobre un arma capaz de partir una montaña en dos?
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Claude
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Pues me refería a la Espada de la Creación, la que empuñaba Némesis, el Rey Libertador.
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Claude
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Piénsalo, profe... Solo Némesis podía blandir la Espada de la Creación, ¿no?
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Claude
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Si tú también puedes hacerlo, es que portas el mismo emblema que él.
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No entiendo nada.
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Claude
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Vale, si lo que quieres es mantenerlo en secreto... Pero que sepas que con decir «no entiendo nada» no te va a bastar aquí en el monasterio.
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Claude
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Lo que me recuerda que el profesor Hanneman te estaba buscando, por cierto.
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Claude
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Seguro que pretende usar su peculiar instrumental para examinar tu emblema. Suena divertido, así que igual te acompaño y todo...
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Judith enters the scene
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Judith
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¡Pero si es mi queridísimo Claude! ¿Qué te trae tan preocupado?
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Claude
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¡Judith! ¿Qué haces aquí?
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Judith
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«Lady» Judith para ti, chico. Hasta que asumas el mando, debes tratarme con el respeto que merezco.
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Judith
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Y he venido a por ti. El estado del archiduque de Riegan ha empeorado recientemente.
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Claude
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¿Quieres decir que está en las últimas?
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Judith
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No, no es para tanto, pero sí lo suficiente como para impedirle participar en la próxima asamblea de la Mesa Redonda.
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Judith
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Desea que asistas tú en su lugar. Me ofrecí yo misma para traerte el mensaje.
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Claude
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Muchas gracias. Ah, profe, esta es Judith, conocida como «la Campeona de Daphnel».
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Judith
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Conque tú eres quien enseña a mi Claude, ¿eh? Dime, ¿te da mucho la lata?
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Claude
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Supongo que su apodo es suficiente pista, pero Judith... digo... lady Judith gobierna la ilustre Casa Daphnel, de la Alianza de Leicester.
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Claude
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Hubo un tiempo en que era una de las voces más respetadas de la Mesa Redonda, pero, hoy en día, su papel se ha visto reducido a...
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Judith
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¡Como no cierres el pico te obligaré a hacerlo yo, renacuajo insolente! Y ahora, andando, que es gerundio.
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Judith
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Con tu permiso, profesor/sora, tengo que llevarme a este elemento.
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Claude
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Pues nada, profe... Lo siento, ya acabaremos nuestra charla en otro momento.
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Claude
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Y no te preocupes, que llegaré a tiempo para la próxima misión. ¡Vámonos, Judith!
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Claude leaves the scene
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Judith
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¡Lady...! Ay, bueno, lo dejaremos pasar por esta vez, dado que eres el gobernante en funciones, chico...
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Judith leaves the scene
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Hanneman enters the scene
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Byleth enters the scene
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Hanneman
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Me alegro de verte, profesor/sora. Últimamente estás en boca de todos...
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Hanneman
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Sobre todo desde que despertaste el poder de la Espada de la Creación, algo que despeja toda duda acerca de la naturaleza de tu emblema.
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Hanneman
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Yo ya lo había visto antes, cierto es, pero no acerté a identificarlo en un principio.
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Hanneman
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De repente, me vino a la cabeza la idea de que quizá solo era visible una pequeña parte de un todo mucho mayor.
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Hanneman
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Dicho de otra manera: que tu emblema era demasiado importante como para detectarlo con herramientas corrientes.
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Hanneman
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Tal descubrimiento me llevó a teorizar sobre emblemas que encajasen con esa descripción y a construir una hipótesis inicial.
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Hanneman
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Pero la conclusión a la que llegué era tan sumamente inusual que me costaba aceptarla:
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Hanneman
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debía tratarse de un emblema nunca visto en nuestro mundo desde la caída de Némesis, el Rey Libertador, hace un milenio.
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Hanneman
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Es decir, el emblema de fuego. Ese es el que tú posees.
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El emblema de fuego...
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Hanneman
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El mero hecho de que seas capaz de manejar la Espada de la Creación valida mi hipótesis.
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Hanneman
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Un arma legendaria, en letargo desde tiempos inmemoriales y que al fin reaparece...
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Hanneman
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Sí, no cabe duda de cuál es el poder que albergas en tu interior.