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Annette, Hilda enter the scene
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Annette
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¡Tu habitación está como los chorros del oro, Hilda!
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Hilda
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Resulta que se me da bastante bien limpiar. Solo estaba siendo un poco vaga.
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Hilda
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Además, he pensado que, si dejo que lo haga otra persona, a lo mejor perdía otro florero.
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Annette
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Perdona otra vez por eso. Y por todo lo demás que acabé tirando...
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Hilda
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Sí. Las estanterías, las sillas, mi ropa, el maquillaje...
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Annette
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¡Aaah! ¡Lo siento! ¡Ya te he pedido perdón! Además, lo coloqué todo, ¿no?
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Hilda
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Ja, ja, ja... Es broma, es broma.
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Hilda
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Deberías pensar más en ti de vez en cuando, Annette.
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Annette
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¿Eh? Qué cambio de tema más brusco...
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Hilda
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Me contaste que te esfuerzas mucho para no decepcionar a tu familia.
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Hilda
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Y recogiste mi habitación, o al menos lo intentaste, porque me viste en apuros.
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Hilda
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Siempre estás ocupándote de los problemas de los demás.
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Annette
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Quizá tengas razón. A lo mejor estaría bien dedicarme más tiempo a mí misma para variar.
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Annette
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Aunque, si no intentase ayudar a los demás, tal vez no haría nada en absoluto.
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Annette
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Quizá no hubiese llegado tan lejos. Por eso no me arrepiento de nada.
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Annette
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Lo que soy es la suma de todo lo que he hecho hasta ahora.
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Hilda
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Annette, eres una blandengue.
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Annette
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¿De veras crees eso?
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Hilda
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Eh, no te lo tomes como un cumplido. Se me ha ocurrido algo que puedes hacer por mí. Puedes echarte la siesta conmigo.
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Annette
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¿La siesta? Pero si no he acabado mis tareas...
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Hilda
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Sí. Quiero echarme la siesta, y siempre es más agradable con alguien al lado.
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Hilda
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Así que ¿por qué no te echas un rato?
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Annette
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¿De verdad quieres echarte a dormir ahora? Es que tengo cosas que hacer...
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Hilda
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¡No te preocupes! Yo te ayudaré con eso más tarde y así acabaremos enseguida.
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Annette
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Eh, vale... pero solo un momento... El solecito que entra por la ventana es muy agradable.
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Hilda
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¿A que sí? No hay nada como una siesta a medio día...
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Annette
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Qué relajante...
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Annette
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(...)
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Hilda
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¡Ya se ha quedado frita! Parece que sí le hacía falta echarse un rato.
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Hilda
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Ya me está entrando el sueño a mí también... Duerme bien, Annette...