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Hilda enters the scene
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Balthus enters the scene
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Balthus
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¡Hilda! Sé una buena chica y haz el favor de prestarme unas moneditas, anda.
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Hilda
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Para el carro, Baltie. No puedes pedir dinero así, sin saludar siquiera. Estás de broma, ¿no?
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Balthus
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Sí, claro, «de broma»... El caso es que lo decía muy en serio. Pocas bromas con los cuartos.
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Hilda
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Pues ni hablar del peluquín. Tú antes no eras así.
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Balthus
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Me da que no lo dices como un cumplido. Venga ya, soy el mismo de siempre.
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Hilda
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No. Antes se podía confiar en ti.
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Hilda
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Como aquella vez que estábamos en el bosque, cerca de la Garganta de Fódlan. ¿Lo recuerdas?
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Balthus
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Pues no sé... ¿Seguro que era yo?
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Hilda
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Sí. Le había dicho a Holst que quería dar un paseo por el bosque.
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Balthus
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Holst nunca se niega a cumplir tus deseos.
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Hilda
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Le pasa a mucha gente. Bueno, a lo que iba: estando allí los tres, aparecieron un puñado de monstruos y me puse a gritar.
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Balthus
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Vale, ¿y qué pasó entonces?
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Hilda
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Mi hermano comenzó a golpear a uno de ellos con una espada de madera. Tú me cogiste en volandas.
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Hilda
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Holst te pidió que me sacaras de allí aunque te costase la vida.
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Hilda
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Así que corriste desde el bosque hasta casa conmigo a cuestas.
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Balthus
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Ah, ya me acuerdo. Fue la peor carrera de mi vida. Acabé tan exhausto que casi vomito los pulmones.
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Hilda
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Después de eso, diste media vuelta y volviste al bosque gritando: «¡He de salvar a Holst!».
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Balthus
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Y menos mal, porque Holst estaba a punto de acabar en la panza de aquella bestia.
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Balthus
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¡Me abalancé sobre ella y entre Holst y yo la aporreamos hasta matarla! Fue una pasada.
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Hilda
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Fue toda una hazaña, sobre todo teniendo en cuenta que erais unos adolescentes.
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Hilda
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Cuando volvisteis... estabais llenos de moratones y con la ropa hecha jirones, pero para mí parecíais dos héroes.
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Hilda
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Y mírate ahora: no eres más que un pedigüeño que se pasa el día intentando desplumarme.
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Hilda
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¿Dónde está aquel valiente muchacho que me salvó de aquellos monstruos?
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Balthus
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Menudo repaso... Me siento fatal... pero necesito la pasta. En este asqueroso mundo no se puede dar ni un paso sin ella.
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Hilda
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Venga ya. Ambos sabemos que, cuando tienes dinero, te lo fundes jugando y bebiendo.
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Hilda
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Aunque supongo que puedo pedirle a mi hermano que pague tus deudas. Así podrías volver a empezar...
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Balthus
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¡Ni se te ocurra decirle nada de esto a Holst!
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Balthus
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Es un amigo de los de verdad. No quisiera perderlo por culpa de una deuda.
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Hilda
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Pero tampoco tienes reparos en aprovecharte de su hermana. Pensabas que yo sería una víctima más fácil, ¿verdad? No lo puedo creer.
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Balthus
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Podía haber ido mejor la cosa...