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Edelgard enters the scene
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Edelgard
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¿Puedo entrar, profesora?
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Edelgard
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¿Se puede saber qué le ha pasado a la habitación?
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Manuela
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Oh, nada importante. ¿Por qué lo preguntas? ¿Ocurre algo?
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Edelgard
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No, es solo que... ¿Quieres que te ayude a recogerla? Pero antes, tengo que preguntártelo: ¿cómo ha acabado en este estado? ¡Parece una leonera!
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Manuela
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Mejor no entrar en detalles. Basta con que sepas que mi habitación siempre tiene este aspecto tras una ruptura.
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Edelgard
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Entiendo... En fin, pongámonos manos a la obra.
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Edelgard, Manuela enter the scene
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Manuela
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No esperaba que me ayudaras a recoger, Edelgard. Muchas gracias. Y ahora, ¿qué puedo hacer por ti?
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Edelgard
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He oído que últimamente no parecías tú misma y quise venir a ver qué tal estabas.
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Edelgard
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Pero salta a la vista que algo te sucede, así que me ahorraré la pregunta.
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Manuela
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¿Tan obvio es? Quizá debería dejar de ser tan melodramática...
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Manuela
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En cualquier caso, quiero recompensarte por haberme ayudado con este estropicio.
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Edelgard
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No necesito recompensa alguna, pero, si tuvieras la amabilidad de responderme a la pregunta que te hice en otra ocasión...
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Manuela
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Faltaría más. ¿Qué pregunta era?
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Edelgard
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¿Por qué decidiste retirarte?
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Edelgard
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Y me respondiste que recurrías a la Diosa para encontrar apoyo emocional, pero que del resto te ocupabas tú.
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Edelgard
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Debo admitir que no acabo de comprender qué querías decir con eso.
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Manuela
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¿Te dije eso? Um, es posible...
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Manuela
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Verás, me uní a la Compañía Operística Mittelfrank para convertirme en una gran estrella del escenario.
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Manuela
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Me encontré con muchas dificultades para llegar hasta la cima. A veces me pregunto cómo logré aguantar todo eso...
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Edelgard
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¿Qué sucedió en aquella época?
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Manuela
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Ay, hija, de todo.
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Manuela
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Con mis dotes de canto solo puse un pie en la ópera.
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Manuela
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Luego tuve que luchar constantemente y demostrar que era mejor que mis rivales.
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Manuela
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Llegué a ser la estrella del espectáculo a base de fuerza de voluntad. Nadie me regaló nada.
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Edelgard
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Ahora me doy cuenta de que estaba equivocada.
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Edelgard
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Al ver que tenías tanta fe, di por sentado que eras una pusilánime, incapaz de sobrevivir por ti misma.
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Edelgard
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Pero me has abierto los ojos y demostrado lo desencaminada que estaba, profesora.