Ferdinand & Mercedes C

Mercedes
(...)

Ferdinand
Qué casualidad verte aquí, Mercedes.

Mercedes
Hola, Ferdinand. ¿También vienes a rezar?

Ferdinand
Así es. Me gusta el ambiente que se respira en la catedral.

Ferdinand
Esta atmósfera tan solemne es idónea para un noble, ¿no crees?

Mercedes
Sí... Supongo.

Ferdinand
¿Eso te parece? Yo creo que resulta evidente.

Ferdinand
Siempre se ha esperado que los nobles recemos con regularidad a la Diosa.

Ferdinand
La devoción de la nobleza siempre ha supuesto un ejemplo para el populacho; les enseña el valor de la fe.

Mercedes
Exacto. Sí, no podría estar más de acuerdo.

Ferdinand
Aunque últimamente una buena parte de la aristocracia apenas dedica tiempo a rezar.

Ferdinand
¡Mira a tu alrededor! Ahora mismo somos los únicos en toda la catedral. Qué vergüenza.

Mercedes
Bueno, y, a decir verdad, tampoco es que yo cuente como noble.

Ferdinand
Me temo que la nobleza se está descarriando. Cuando vienes a rezar, sueles estar a solas, ¿me equivoco?

Mercedes
Eh... Sí, tienes razón; casi siempre es así.

Ferdinand
Justo lo que pensaba. ¿Dónde están los otros? Con todo, no se puede obligar a la gente a rezar. Esa no es la solución.

Ferdinand
Un noble debe decidir por sí mismo cuáles son sus creencias, así como el tipo de plegaria que quiere ofrecer.

Ferdinand
Una religión impuesta ni siquiera es merecedora de tal nombre. Estarás de acuerdo, ¿no?

Mercedes
Totalmente de acuerdo. Sí... claro.

Ferdinand
Claro que, por otro lado, tampoco es cuestión de cruzarse de brazos mientras...

Mercedes
Ha sido un placer hablar contigo, pero ahora me está entrando sueño, así que me retiro. ¡Buenas noches!

Ferdinand
Según lo veo yo... ¿Mercedes? ¿Adónde habrá ido?

Ferdinand
¡Seguramente mis palabras hayan reavivado su fe! Debería seguir su ejemplo; no puedo permitir que me deje en evidencia...