Lucha de poder en ciernes

Nos uniremos al grueso del ejército y atacaremos Garreg Mach.

La fortaleza está construida sobre un terreno muy escarpado. Jamás ha sido escenario de batalla alguna.

Así que no disponemos de información útil desde un punto de vista puramente militar. En todo caso, nuestras fuerzas deberían bastar para conquistarla.

Si nos basamos solo en los números, contamos con suficientes efectivos para imponernos.

Pero, en el caso de que la batalla se convierta en una pugna entre bestias de fuerza sobrehumana...

tú serás nuestra única esperanza. Creo en ti.

Confío en que llevarás al escuadrón del Águila Negra a la victoria.

Usa ese don para guiar a los demás por el camino que mi señora Edelgard ha abierto ante nosotros.

Te lo pido con el corazón.

Mi señora no tiene por qué convencer a los alumnos para que se unan a nuestra causa. Esa es tu responsabilidad.

Tú tienes la capacidad de proporcionarles apoyo emocional.

Usa ese don para guiar a los demás por el camino que mi señora Edelgard ha abierto ante nosotros.

Te lo pido con el corazón.

Mi señora no tiene por qué convencer a los alumnos para que se unan a nuestra causa. Esa es tu responsabilidad.

Los que abandonaron su hogar para unirse al Imperio se sentirán sin duda vulnerables.

Tú tienes la capacidad de proporcionarles apoyo emocional.

Usa ese don para guiar a los demás por el camino que mi señora Edelgard ha abierto ante nosotros.

Te lo pido con el corazón.

Edelgard me ha contado lo que le ha ocurrido a mi padre. Ha sido destituido como primer ministro y está bajo arresto domiciliario en la capital imperial.

Siempre fue un hombre codicioso y arrogante. Muchos dirán que ha recibido su merecido.

Con todo, no puedo evitar sentir cierta indignación. Dejarse la piel por el Imperio, solo para acabar cayendo en desgracia de este modo...

Estoy muy confundido, maestro/a. No sé qué hacer.

Como futuro duque de Aegir, ¿debería seguir a Edelgard y lanzarme a la lucha?

Es sabido que la autoridad del antiguo emperador era minada constantemente por los nobles más influyentes del Imperio... mi padre entre ellos.

Me parecía imposible que la princesa imperial ascendiera al trono con tanta facilidad.

Pero, al parecer, tanto mi padre como el de Caspar apoyan a Edelgard.

Contar con el favor del ministro de Gobernación y el de Guerra le garantiza el control total sobre el ejército y la economía del Imperio.

Debían de llevar tiempo preparando el terreno sin que nadie se percatase. Um...

¿Te imaginas... que hubiera seguido a Rhea? ¡Habría tenido que luchar con mi padre!

No me siento muy apegado a él, pero tampoco es un rival al que quisiera plantar cara.

¡Antes preferiría enfrentarme a un monstruo!

Pero parece que él se encargará de dirigir las tropas del oeste.

Veremos si tenemos que hacer frente al ejército del Reino... y quién luchará por la Iglesia.

¡Aquí ni siquiera tengo habitación propia! Al menos en mi casa tenía una.

Hablando de casa, Hubert me contó una cosa.

Dijo que a mi padre le quitaron el título. Supongo que se opuso a Edelgard e hizo lo que le vino en gana.

Espera, ¿eso significa que mi padre va a estar en casa todo el día?

Pensándolo mejor, creo que estoy mejor aquí.

Así que Edie se ha convertido en emperatriz y ha reunido un ejército... Nunca la hubiera creído capaz.

Quiero decir, sí, sabía que tarde o temprano sería emperatriz...

Pero, cuanto más lo pienso, más increíble me parece. Me pregunto quién ganará...

Imperio y Brigid ya tuvieron guerra.

Esta vez me decido luchar por Imperio.

Decisión irónica, pero yo no arrepiento.

Creo en ti y Edelgard.

Llevo tiempo preparándome para iniciar esta senda.

Mi propia senda: ni la de mi padre ni la del cernícalo.

No puedo confiar en la Iglesia de Seiros. No después de que hayan matado a Lonato y a mi hermano.

Tengo que saber la verdad.

Aunque para eso tenga que alzar mi arma contra Faerghus.

Si Lonato pudiera escucharme, creo que se alegraría.

Esta vez sí que la he hecho buena. ¿Qué diría mi padre si supiera que me he aliado con el Imperio?

Seguro que su alteza está furioso. Dimitri da miedo cuando se enfada, además...

Me pregunto cómo voy a morir. Me tiemblan las rodillas solo de pensarlo.

No, no puedo tener esa actitud. Te prometí que lucharía a tu lado y te seguiré hasta el final.

Cualquiera que me oiga hablar... Estoy aterrado, pero no sé por qué me noto calmado...

Todo esto obedecerá a los designios de la Diosa, ¿verdad?

Dudo que fuese su voluntad que la Iglesia de Seiros acabase convertida en lo que es.

Eh, maestro/a...

No me importa enfrentarme a quien sea, pero no me gustaría tener que luchar contra padre...

Lo cierto es que hay algo raro en lo que concierne a la Iglesia...

Y, aparte de todo eso, creo en ti y en tu palabra. Tú me muestras el camino y yo te sigo.

Quizá vuelva al territorio de los Galatea para convencer a mi padre de que se una a nuestra causa.

Tal vez... No, estoy segura de que no me escuchará.

Pero tengo que hacerle ver que es el único modo de asegurar el porvenir de nuestra familia...

He decidido aliarme con lady Edelgard. Mi padre entenderá los motivos, sin duda.

La Casa Gloucester siempre ha obrado de buena fe en su trato con el Imperio.

Esto implica, claro está, que ya no puedo seguir evitando la confrontación con Claude.

Y es muy triste, porque fuimos compañeros de clase.

A mí no me tienes que explicar nada. Mientras mi hermanita esté a salvo, yo no tengo pegas.

Es verdad que viví en tierras de la Alianza, pero eso no quiere decir que estuviera al servicio de los mandamases.

Sé que vamos por el camino correcto. Habiéndolo elegido tú, no tengo dudas, maestro/a.

No esperaba que todo fuera a acabar de este modo. Ni lo hubiera imaginado hace un par de lunas.

Pero confío en ti, maestro/a, así que no me queda otra que armarme de valor.

No sé si seré útil en el campo de batalla, pero no pienso huir.

Si debemos a la Iglesia esta sociedad que solo valora los emblemas, no la necesito.

Edelgard ha tomado el camino más corto para lograr el cambio. Por drásticos que sean los métodos, sé que no hay otra vía.

En todo caso, si Edelgard se desvía del camino de la rectitud, espero que hagas lo posible por corregirla.

Cuento contigo, maestro/a.

Imagínate tener a la mitad del mundo en contra por llevar a cabo tus ideales...

Edelgard es tan fuerte y deslumbrante... sobre todo comparada con alguien como yo.

Ojalá también yo tuviese la fuerza para cambiar el mundo, aunque solo fuera un ápice...

Así que también le has dado la espalda a la Iglesia y te has aliado con el Imperio, ¿eh?

Nunca le tiré de la lengua, pero el capitán Jeralt siempre sospechó de lady Rhea, ¿a que sí?

Pase lo que pase, estoy contigo. Le prometí darte mi apoyo, y eso es lo que voy a hacer.

Soy Randolph von Bergliez. Aún no tengo un rango elevado en las filas del ejército... Vengo a ser un general, más o menos.

Pertenezco a la Casa Bergliez, como Caspar.

Mi madre se casó con un noble de la Casa Bergliez cuando yo ya había nacido, y de ahí que mi posición en la familia sea más bien modesta...

Espero demostrar mi valía en esta batalla y ganarme el prestigio que merecemos mi madre, mi hermana y yo mismo.

Soy Randolph von Bergliez. Aún no tengo un rango elevado en las filas del ejército... Vengo a ser un general, más o menos.

Soy pariente del conde de Bergliez, el ministro de Guerra imperial.

Mi madre se casó con un noble de la Casa Bergliez cuando yo ya había nacido, y de ahí que mi posición en la familia sea más bien modesta...

Espero demostrar mi valía en esta batalla y ganarme el prestigio que merecemos mi madre, mi hermana y yo mismo.

Si no me equivoco, es la primera vez que nos encontramos. Me llamo Ladislava.

Tengo el gran honor de comandar la guardia personal de lady Edelgard.

Mi señora es tan estricta consigo misma como con sus subalternos, pero sabe contenerse hasta el punto de que a menudo parece impasible.

Por esa razón, en ocasiones, resulta difícil entenderse con ella. Pero ahora cuenta con alguien como tú a su lado...

Reconozco que es una novedad reconfortante. Espero tener la ocasión de colaborar contigo.

Las cosas que no llegan aquí muchas veces pueden obtenerse bajo tierra, por increíble que parezca.

¿No conoces el subsuelo de Garreg Mach? Te aseguro que es un paraíso para quienes no pueden vivir en la superficie...

Esa gentuza del Abismo no hace más que causarnos problemas.

Son una plaga que asuela las entrañas de Garreg Mach... Deberíamos hacer una purga.

El escuadrón del Águila Negra, ¿no? Me gusta.

Acabar aquí no es más que un capricho del destino, pero igualmente estoy orgulloso.

A decir verdad, no sé si creerme las palabras de Edelgard.

Pero, si lo que dice es cierto... más vale estar de su parte.

Por eso voy a luchar aquí. Aún tengo que hacerme totalmente a la idea, pero la decisión está tomada.

He oído que el marqués de Vestra está entre los nobles asesinados en la purga del Imperio.

Era el padre de Hubert, aunque no parece que a él le haya afectado mucho.

Con eso basta para entender que a los soldados nos intimide tanto.

Sé que solo soy una soldado raso, pero sobre esto he tenido que reflexionar largo y tendido.

Desde que nací, jamás me había cuestionado las doctrinas de la Iglesia de Seiros.

Pero las palabras de su majestad están llenas de razón. Si la Arzobispa puede adoptar esa forma tan monstruosa...

He venido hasta aquí siguiendo lo que me dictaba el corazón, pero ahora no sé si he hecho bien.

Dime que sí, maestro/a. Espero no haberme equivocado.

Si tú me dices que he tomado la decisión correcta, sabré que puedo confiar en mí.

¿Te sorprende encontrarme aquí? Me precio de ser capaz de reconocer apuestas ganadoras.

No pienso arriesgar mi vida ni la de mi gente en una batalla perdida.

Independientemente de quién sea nuestro enemigo, incluso si son los Caballeros, contigo de nuestro lado no podemos perder.

¿Te sorprende encontrarme aquí? Presumo de ser capaz de reconocer apuestas ganadoras.

No pienso arriesgar mi vida ni la de mi gente en una batalla perdida.

Independientemente de quién sea nuestro enemigo, incluso si son los Caballeros, contigo de nuestro lado no podemos perder.

¿Qué pasa, colega? ¿No me quieres a tu lado? Venga, no seas así. Quiero estar donde haya acción.

Mira, te diré la verdad. Quiero ayudar a Edelgard a lograr su objetivo. Lo digo en serio.

Si su majestad logra lo que se propone, mi madre podrá...

Esto... Olvídalo, no es el mejor momento. Mejor será centrarse en la batalla, ¿no?

Tener a Yuri de nuestro lado es una ventaja: nadie lo querría de enemigo.

¿Qué pasa, colega? ¿No me quieres a tu lado? Venga, no seas así. Quiero estar donde haya acción.

Mira, te diré la verdad. Quiero ayudar a Edelgard a lograr su objetivo. Lo digo en serio.

Si su majestad logra lo que se propone, mi madre podrá...

Esto... Olvídalo, no es el mejor momento. Mejor será centrarse en la batalla, ¿no?

¿Qué pasa, compa? ¿No me quieres a tu lado? Vamos, no seas así. Quiero estar donde haya acción.

Mira, te diré la verdad. Quiero ayudar a Edelgard a lograr su objetivo. Lo digo en serio.

Si su majestad logra lo que se propone, mi madre podrá...

Este... Olvídalo, no es el mejor momento. Mejor será centrarse en la batalla, ¿no?

Tener a Yuri de nuestro lado es una ventaja: nadie lo querría de enemigo.

¿Qué pasa, compa? ¿No me quieres a tu lado? Vamos, no seas así. Quiero estar donde haya acción.

Mira, te diré la verdad. Quiero ayudar a Edelgard a lograr su objetivo. Lo digo en serio.

Si su majestad logra lo que se propone, mi madre podrá...

Este... Olvídalo, no es el mejor momento. Mejor será centrarse en la batalla, ¿no?

Ignoraba el pasado de lady Edelgard... También desconocía sus intenciones...

Pero la he convencido para que me lo cuente todo y ahora ya estoy al tanto.

Ah, no vayas a pensar que la hostigué sin cesar hasta que me reveló el misterio. Eso habría sido de mala educación, ¿no crees?

Y, por tanto, impropio de mí. Es obvio que no hice eso.

Ignoraba el pasado de lady Edelgard... También desconocía sus intenciones...

Pero la he convencido para que me lo cuente todo y ahora ya estoy al tanto.

Ah, no vayas a pensar que la hostigué sin cesar hasta que me reveló el misterio. Eso habría sido de mala educación, ¿no crees?

Y, por tanto, impropio de mí. Es obvio que no hice eso.

Ahora que el Imperio ha tomado el control de Garreg Mach, me pregunto qué ocurrirá con el Abismo.

Hay gente que ha pasado aquí toda su vida. Espero por su bien que este lugar no se hunda en el caos.

Y otra cosa, aunque menos importante: si alguien destroza mis aposentos, me enfadaré.

Ahora que el Imperio ha tomado el control de Garreg Mach, me pregunto qué ocurrirá con el Abismo.

Hay gente que ha pasado aquí toda su vida. Espero que no les suceda nada.

Y otra cosa, aunque menos importante: si alguien destroza mis aposentos, me enojaré.

Ah, eres tú...

Te he visto varias veces: en el Mausoleo Sagrado, en la cripta, en la aldea...

Me llaman «el Caballero Sanguinario». Es una lástima que no podamos enfrentarnos ahora...

Te he visto varias veces: en el Mausoleo Sagrado, en la cripta, en la aldea...

Me llaman «el Caballero Sanguinario». Es una lástima que no podamos enfrentarnos ahora...

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

¿Qué tal va todo, profesor/profesora? ¿La salud bien? Y, lo más importante, ¿los negocios también?

Ojalá pudiera quedarme a escuchar tus aventuras, pero tengo mucho trabajo. Y el trabajo es dinero, así que, si me disculpas...

Quién iba a pensar que el Imperio se alzaría en armas... Ni siquiera yo lo había visto venir.

La guerra es una oportunidad de negocio... pero muy peligrosa. Me duele ver a la gente que quiero metida en problemas tan serios.

Los ánimos están bastante alterados en todas partes. No conozco a un solo compañero de gremio que no haya visto amenazado su modo de vida...

Solo espero que las cosas vuelvan a su cauce lo antes posible. La gente necesita algo más que mis increíbles ofertas para volver a sonreír.

¿Cómo dices? ¿Quieres que te hable del Abismo?...

Se trata de unos vestigios subterráneos que yacen bajo Garreg Mach. Eso es el Abismo.

Hay gente que ha encontrado ahí su hogar. Cada cual tendrá sus motivos y su historia...

Pero solo los mercaderes más osados se atreverían a aventurarse en un lugar así. Si te sirve mi consejo, sugiero que también lo evites tú.

Conque tú eres el hijo/la hija de Jeralt... Te pareces mucho a tu madre.

Por ciertos motivos, he tenido que ausentarme del monasterio durante un tiempo.

¿Puedo pedirte un favor?

¿Te importaría poner unas flores en la tumba de tu madre?

Estoy seguro de que le encantaría que fueses tú quien se las llevases.

Muchas gracias. Esas eran justamente sus flores favoritas.

Ya puedo dormir en paz.

Ahora debo irme. Prométeme que te cuidarás.

Pórtate bien con Jeralt. Es lo que ella desearía.